Es una lastima que a pesar de todos los esfuerzos para llevar seguridad y tranquilidad a la ciudadanía del Estado de Michoacán, las cosas no se componen como debiera. Dos años dejando hacer lo que quisieran a los «malosos», descompusieron totalmente y dividieron a los michoacanos; la propia gente se tuvo que organizar para defenderse de las arbitrariedades.
Por eso surgieron los autodefensas, para hacer el trabajo que el Gobierno del Estado no hizo, o no quiso hacer.
Las cosas se han complicado: los «malosos» se volvieron autodefensas; los autodefensas siguen armados, la inseguridad no la detiene nadie. En Morelia ya no hay paz y tranquilidad.
Llegó la autoridad federal para hacerse cargo del Estado a raíz de la entrega que amablemente le hiciera Don «F». Parece que es tarde y Michoacán sigue siendo noticia a nivel nacional a diario pero, nota negativa.