Morelia, Mich., 10 de abril del 2014.- Dentro de la mesa de ex presidentes de la Asociación Filosófica de México, “Pasado, presente y futuro de la filosofía mexicana”, realizada dentro del XVII Congreso Internacional de Filosofía “Filosofar en México en el siglo XXI”, del que es anfitriona la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Raymundo Morado preguntó ¿para qué la filosofía, de qué le sirve la filosofía a una sociedad como la de nuestro país?, a lo que respondió que la construcción de comunidades y la unión son lo que ayudará a resolver los distintos problemas.
“Nos asociamos porque lo necesitamos; en las crisis o en un fenómeno como un terremoto, la muchedumbre se hace comunidad, todos necesitamos de todos”, indicó el especialista, quien expuso que siempre habrá temas actuales y perennes que toquen a una sociedad, tal como la política, aunque lo que hay que preguntar es “qué podemos llevarnos al futuro para que esté sea mejor”.
En ese sentido, destacó la importancia del diálogo que, sin embargo, no es la única forma de interlocución, si bien insistió en que el encuentro, la contraposición constructiva y el no buscar generar siempre polémica son elementos que deben ser tomados en cuenta en un trabajo en equipo.
“Unidos somos mucho más que monólogos paralelos, filosofar y pensar son tareas que se hacen en coro; inclusive cuando se malentiende algo esto nos abre otras posibilidades que no teníamos previstas, pero para eso se necesita primero conversar sin prisa, hacer todo sin prisa y con dedicación”, dijo Raymundo Morado.
Asimismo, señaló que la filosofía se compone de tres aspectos: la investigación, la docencia y la difusión del conocimiento, estos últimos a veces no muy reconocidos. También, explicó que hay dos niveles en ese sentido: el académico y el administrativo, y llamó a premiar el esfuerzo de quienes realizan estas tareas y aplaudió el que se reconozca con homenajes y premios a quienes tienen los méritos suficientes.
Con todo, dijo que eventos como el del XVII Congreso Internacional de Filosofía no tendrían sentido si sólo se quedan en el público especializado, por lo que una educación filosófica para que los ciudadanos sepan decidir por sí mismos es necesaria y deseable en el país: “debemos elegir a los mejores para realizar éste y cualquier otro trabajo, no a los recomendados”, acotó.
Por último, Morado recalcó que alguien tiene que hacer la “talacha”, porque muchas veces el trabajo de preparar publicaciones para que lleguen a un público más amplio, enviar las agendas e incluso arreglar la mesa donde se charlará, todo esto en aras a difundir la filosofía, es algo en lo que no se piensa, “y para eso se necesita la cooperación de los demás, sólo así la filosofía puede tener futuro”, concluyó.