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Morelia, Mich., 26 de marzo del 2014.- Como lo ha sido en la totalidad de los puntos álgidos de la historia de Michoacán y del país, en los que la población indígena ha aportado su sudor, e incluso su sangre, para alcanzar las grandes transformaciones de la sociedad mexicana; en el nacimiento del PRD la aportación de este sector social no fue la excepción, así lo señaló Carlos Torres Piña, aspirante a dirigir dicho partido en una reunión privada con diversos consejeros estatales.
“La demanda de la autonomía de los pueblos originarios de todo el país, el respeto a su identidad cultural, a sus usos y costumbres, así como el fortalecimiento de su lengua y tradiciones, fueron banderas que el PRD abrazó en su fundación”, así lo recalcó el oriundo de Paracho quien a pesar de reconocerse como no hablante del purépecha, señaló sentirse orgulloso de la raíz indígena de su tierra natal.
El también ex diputado federal se dijo dispuesto a ir al reencuentro de este sector importante de la población en Michoacán una vez que asuma la dirigencia estatal del aurinegro, ya que dijo su partido ha dejado en la carencia de una oposición real a población indígena. “Estaremos caminando con ellos en la lucha por mejorar sus condiciones de vida, pero siempre respetando su dignidad e identidad”, subrayó.
Vale la pena señalar que dentro de la plataforma política que ha presentado Torres Piña en su campaña rumbo a la dirigencia estatal de dicho partido, este ha sido enfático en la necesidad del reencuentro con sectores de la población de los cuales el PRD se ha distanciado y que sin embargo representaron una base social e ideológica importante en su fundación.
Finalmente, para el aspirante a dirigir el sol azteca en Michoacán, resulta importante que esta relación del PRD con los ciudadanos indígenas del estado se de en un marco de fraternidad y solidaridad, mucho mas allá de un simple utilitarismo electoral y pragmático.
