Morelia, Mich., 05 de marzo del 2014.- Michoacán aún debe ahondar camino en políticas y acciones efectivas contra la discriminación en contra de las personas con una preferencia diferente a la heterosexual, quienes aún padecen el rechazo, la estigmatización, y la violencia, apuntó la presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la LXXII Legislatura local, Cristina Portillo Ayala.
La diputada Cristina Portillo, adelantó que se está trabajando en una reforma integral al Código Civil y Familiar para el matrimonio entre personas del mismo sexo, misma que en breve será presentada ante el pleno del Congreso de Michoacán.
La diputada de extracción perredista recordó que Michoacán persiste como un estado homofóbico, de tal suerte que en el 2012 hubo 77 asesinatos de odio en el territorio estatal, es decir uno cada cinco días, según datos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
“En Michoacán el 52 por ciento de las personas no estaría dispuesto a que en su casa vivieran homosexuales, y poco más de una quinta parte de los michoacanos consideran justificable su posición para oponerse a los llamados matrimonios gay”.
Fue hasta el año 2000, cuando el gobierno federal reconoció la existencia de preferencias sexuales diversas, y a través de la Secretaría de Educación Pública se imprimieron libros dirigidos a maestros de primaria y secundaria, denominados “Sexualidad infantil y juvenil, nociones introductorias”, en los que se concientizaba sobre “cómo tratar” a las personas homosexuales para evitar la burla y la discriminación, recordó la legisladora perredista.
Conforme a los datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Portillo Ayala recordó que en México se estima que cada mes ocurren alrededor de 15 homicidios contra integrantes de la comunidad lésbica, gay y transgénero, de tal suerte que en Latinoamérica nuestro país ocupa el segundo lugar en la ocurrencia de crímenes por homofobia.
“Es necesario instrumentar acciones para que desde el propio hogar se abatan concepciones discriminatorias, ya que la estadística nos muestra que el 36 por ciento de las discriminaciones ocurre en el hogar, en donde las víctimas en un 59 por ciento aseguran haber recibido agresiones verbales; el 13 porciento fue echado de su casa; y el seis por ciento recibió agresiones físicas”.
“Una de cada diez personas considera que las personas homosexuales deben cambiar sus preferencias, y una de cada diez piensa que deben ocultarlas, de ahí que resulte apremiante políticas educativas que permitan a la población formarse en la cultura del respeto a la diversidad”.