30 de enero, 2014 — La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó hoy una serie de normas nuevas para los bancos de genes, con la intención de mejorar la conservación de los cultivos alimentarios.
La publicación define las normas voluntarias internacionales para los bancos que conservan las semillas y otros materiales utilizados para reproducir las plantas, así como las plantas vivas in situ.
Más de 7 millones de muestras de semillas, tejidos y otros materiales de reproducción vegetal de cultivos alimentarios, junto con sus parientes silvestres, están protegidos en unos 1.750 bancos de germoplasma.
Las normas están diseñadas para orientar a los usuarios en la aplicación de las tecnologías y procedimientos más adecuados para la recopilación, conservación y documentación de la diversidad de los cultivos.
Sus amplias aplicaciones también son compatibles con la investigación que podría detener la pérdida de biodiversidad e impulsar la sostenibilidad en la agricultura, condiciones ambas necesarias para alimentar una población mundial que se espera supere los 9.000 millones de personas en 2050.
Los bancos de genes bien gestionados permiten preservar la diversidad genética y ponerla a disposición de los mejoradores y otros científicos, que pueden utilizarla para desarrollar y compartir variedades mejoradas, incluyendo aquellas adaptadas a condiciones agroecológicas específicas.