Con todo mis afectos para el Dip. Osvaldo Esquivel, Javier Sagrero, Maria de los Santos Gorrostieta e Ygnacio Lopez Mendoza, expresidentes municipales de Quiroga, Tiquicheo y Santa Ana Maya, Asesinados injustamente en Michoacán.
Por Francisco Zamudio Muñóz*.- Las políticas neoliberales en México, conforme pasa el tiempo, muestran un fuerte rechazo, cada vez más agudo, en todos los sectores del país. Bueno hasta en los empresarios, como los de Apatzingán o los clérigos de esta misma tierra caliente, se nota ya esa gran inconformidad. Para buena o mala fortuna, la radicalización de las luchas, se están dando cada vez más intensas, porque esa democracia representativa, anidada en legisladores y gobernantes, asume acciones antipopulares y vinculadas a decisiones en contra de la población. De esa manera se han dado las reformas laboral, educativa, hacendaria, política y últimamente, la energética. Que compaginado con estas acciones lesivas al pueblo de México, los gobernantes neoliberales, han golpeado y reprimido a los movimientos sociales, de jóvenes, maestros y universitarios, importándoles poco, lo contemplado en la constitución que nos dio vida institucional, en la revolución de 1910. Cientos de luchadores, hoy están en cárceles, por el simple hecho de protestar o de sumarse a las luchas en contra de las reformas.
De esta manera, e independientemente de la existencia unitaria de esas luchas, todas las formas de participación política, social, popular y partidista, todas han tenido bajas y gente reprimida. Tales son los casos de jóvenes encarcelados por el gobierno del D. F. o por Peña Nieto, como las de los anarquistas. O los sindicalistas del SME que fueron primero, corridos de sus fuentes de trabajo y posteriormente reprimidos y encarcelados, algunos. Como también las de los líderes comunitarios, como Nestora Salgado de Guerrero o Luna Flores del D.F. O en el caso de Michoacán que en el 2012 y 2013, Fausto y Reyna, han reprimido y encarcelado a los comuneros de Aquila y de la Ruana, hoy en prisiones de alta seguridad. O las acciones de represión en contra de los universitarios de la Coordinadora de Universitarios en Lucha, de los Normalistas de Tiripetio, de Arteaga y de Morelia, de los comuneros de Aquila o de los estibadores de Lázaro Cárdenas. O los asesinatos de perredistas como la expresidenta municipal de Tiquicheo, María de los Santos Gorrostieta, del expresidente municipal de Quiroga Javier Sagrero y el Jefe de la Tenencia de Morelia, Roberto Carlos Vidales; como también del Presidente Municipal de Santa Ana Maya, Ygnacio López Mendoza. Represión, muerte y asesinatos de Michoacanos, ha sido la tónica de este sistema político y de gobiernos antidemocráticos y carentes de visión popular. ¿Hasta cuándo continuaran actuando así?.
Pero aun con toda esa dinámica represora y de manipulación político y mediática, la gente continúa en la lucha. Las diversas formas de lucha se han multiplicado y se continúan dando, porque no hay alternativa de dialogo, de apertura, de desarrollo social y político, que muestre visos de democracia y de libertades en nuestro país. Aunado a las políticas de facto de carácter delincuencial, que no son otra cosa, que un factor de “aliados” de los gobernantes, que meten zozobra, miedo y asesinatos, por parte de gente sin escrúpulo y valor humano. Los delincuentes de corbata y con poder legal, se conjugan con los delincuentes extorsionadores y de cobro de piso.
De ahí que las luchas intensas, que hoy se están desarrollando, muestran ese hartazgo y ese coraje acumulado. Esa democracia representativa, se ve agotada por ese avasallamiento de un ejecutivo federal, que responde a los designios de los grandes capitalistas y a sus medidas de corte neoliberal. No responden, los gobernantes, a las necesidades de la población. De ahí que esa conjugación maquiavélica entre los órganos de poder legislativo y ejecutivo, están generando una política dictatorial, de una clase política, cada vez más, alejada al pueblo. Una visión repugnante en donde ponen por encima del pueblo, sus propios intereses económicos y políticos, violentando la constitución, le democracia, las libertades y el desarrollo productivo y político de México.
Amigas y amigos, seguimos pensando, que ante la falta de gobierno y de democracia popular, el pueblo tiene el derecho de ejercer su poder desde abajo, plasmado en el artículo 39 de nuestra constitución, que a la letra dice “La soberanía, dimana en el pueblo”. Que debemos de participar en las manifestaciones del 31 de enero, de asistir combativamente al evento del Congreso Popular del 5 de Febrero, convocada por intelectuales, líderes sociales y políticos; de continuar empujando la desobediencia civil pacífica. De horizontalizar todas nuestras luchas. De generar alianzas y coordinación en todas las formas de participación ciudadana, habidas y por venir. De romper los mitos del canibalismo de la izquierda, gremial y popular. De comprender que nuestra fuerza radica en el pueblo y en sus formas de lucha, aun cuando algunas de estas, no sean de nuestro agrado. Hoy por hoy, debemos de comprender que estamos obligados a reactivar nuestras acciones con inteligencia y con madurez. Que salgamos a las calles a defender el petróleo, la educación y nuestra economía popular, de la unidad en la diversidad. A que tengamos como punto clave esa UNIDAD. Y que recordemos siempre, como en antaño que: “LA UNIDAD HACE LA FUERZA” y “EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERA VENCIDO”.
(*Director del Instituto de Formación Política del CEE del PRD Michoacán)