22 de enero, 2014 — El Secretario General de la ONU urgió hoy a poner fin a la violencia en Siria, así como a los ataques a civiles y a las acciones terroristas y reiteró la necesidad de llegar a una solución política para acabar con ese conflicto.
En su discurso en la Conferencia Internacional para la Paz en Siria, que comenzó en la ciudad suiza de Montreaux, Ban Ki-moon resaltó que el encuentro ofrece una esperanza frágil, pero real.
El cónclave reúne por primera vez al gobierno sirio y a la oposición, a los países de la región y a la comunidad internacional en busca de una salida política a la crisis.
“Hago un llamamiento a las delegaciones sirias a que participen de una manera seria y constructiva. Hay grandes desafíos adelante, pero no son insuperables. Les pido a todos que demuestren una visión amplia humanitaria, así como liderazgo y flexibilidad.”, manifestó Ban.
El Secretario General subrayó que son los propios sirios quienes tienen la responsabilidad de acabar con el conflicto, de determinar su sistema político y su futuro y de comenzar a reconstruir el país.
Recordó que el comunicado aprobado en junio de 2012 en Ginebra contempla pasos clave para una transición en Siria y entre ellos el establecimiento de un organismo transitorio de gobierno, con total poder ejecutivo y decidido por consenso.
El titular de la ONU pidió a los participantes en esta conferencia que animen a las delegaciones sirias a alcanzar un acuerdo amplio basado en aquel comunicado.
También subrayó que, a medida que las partes buscan una solución política a esa crisis, deben respetar el derecho internacional humanitario, que ha sido violado de forma dramática durante el conflicto.
Ban Ki-moon recordó que la guerra en Siria se ha cobrado ya más de 100.000 vidas y hay numerosos desaparecidos y detenidos.
Más de 6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en Siria y más de 2 millones han huido a países vecinos, lo que constituye una pesada carga para los recursos de esos Estados.