México, D.F., 11 de diciembre de 2013.- La Reforma Energética aprobada por el PRI, el PAN y el PVEM, que implica la apertura total a las compañías trasnacionales a todos los recursos energéticos del país, como el Petróleo, la electricidad, el gas y los minerales, vendrá a trastocar la esencia del Estado mexicano, y mutila sus funciones esenciales, por lo que nada garantiza que pueda preservar en el futuro ni un orden social más justo, ni que los recursos naturales sirvan al interés público, dañando la soberanía nacional en sus diferentes dimensiones, destacó el Senador de la República, Raúl Morón Orozco.
El legislador federal michoacano participo hasta en cuatro ocasiones en tribuna, tanto en lo general como en lo particular, para ofrecer sus argumentos sobre lo que implicaba los cambios a la Constitución en materia energética.
Ante los senadores del PRI, del PAN y del PVEM, quienes se plegaron en todo momento a su línea política y no mostraron ninguna disposición para escuchar la voz de los mexicanos, el senador por el PRD destacó que la apertura del capital privado a Pemex se trata del golpe más duro y desastroso que el proyecto neoliberal puede asestar a las naciones en vías de desarrollo.
“Se insiste en que la única vía para que el Estado sea eficiente, es mutilar funciones que son parte de su esencia, como es procurar un orden social más justo, garantizar que los recursos naturales sirvan al interés público, preservar la soberanía nacional en sus diferentes dimensiones, incluida la energética”.
Morón Orozco rechazó la propaganda oficial, que ofrece los supuestos beneficios de una privatización de una empresa paraestatal: “van más de tres décadas de reformas neoliberales y nos dicen que hace falta llevar el modelo hasta sus últimas consecuencias para que el país pueda avanzar. Nos proponen intensificar una estrategia que fracasó, que no generó empleos, ni bienestar, ni desarrollo, pero sí concentró la riqueza y permitió a unos pocos amasar fortunas descomunales. Una estrategia que condena a millones a la exclusión y la pobreza”.
Agregó que México es el país marcado por los oligopolios, los abusos, los precios excesivos, la corrupción, las desigualdades extremas. “Esa es la realidad a la que han abonado las privatizaciones, que se han construido con la actitud privatizadora de muchas décadas”.
Raúl Morón enfatizó que privatizar al petróleo, implica explotación irracional, pérdida de seguridad energética, lo más grave, abrir la puerta al saqueo indiscriminado de la riqueza del país que es de todos los mexicanos.
“Implica que un sector estratégico, el de mayor importancia por muchas razones, esté controlado por las corporaciones extranjeras, que las prioridades estratégicas del país sean definidas por un mercado voraz. Esos son los verdaderos riesgos que enfrentamos”, subrayó.
Con la premura para aprobar la reforma más importante desde el Constituyente de 1917, a los legisladores del PRI, del PAN y del PVEM les preocupa mucho la exploración en aguas profundas, aumentar las exportaciones, exprimir hasta lo último las reservas y obtener dinero fácilmente, sin tocar la injusta distribución de cargas fiscales, sin hacer nada por impulsar la reorientación productiva del país, lo que proponen en pocas palabras es el desmantelamiento de Petróleos Mexicanos, dejar el camino libre a los oligopolios.
“Llámese como se llame, eso es privatizar nuestra empresa estratégica, es urgente cortar de tajo la corrupción que se ha enquistado en Petróleos Mexicanos y en muchos otros organismos, aquella que solaparon los gobiernos del PRI, en su momento, y también los gobiernos de Acción Nacional.
“Las reformas que plantean perpetúan la formula perversa de que el petróleo financie los gastos excesivos del gobierno y los quebrantos financieros que ustedes mismos han provocado”, destacó el legislador de izquierda.
Enfatizó que pese a ser mayoría en las Cámaras del Congreso de la Unión, son minorías en la calle: “hoy quieren que unos cuantos decidan el destino nacional, que unos cuantos decidan el destino de nuestra patria, que unos cuantos decidan el destino de nuestra riqueza nacional, pero en la democracia, el voto popular no significa un cheque en blanco”.
A panistas y priístas, Morón Orozco advirtió que antemano saben que el camino privatizador es contrario al pensamiento y a la voluntad de la gran mayoría del pueblo de México, todos y cada uno de nosotros tendremos que rendir cuentas ante el juicio de la historia, en todo el país y en los estados que representamos.
“Yo soy del estado de Michoacán y en Michoacán este tema es emblemático y los senadores de Michoacán debiéramos estar preocupados por garantizar que la opinión de los michoacanos sea traída a esta tribuna. Hoy se impone, no la virtud, ni la altura de miras, ni el patriotismo. Se impone el pragmatismo extremo. La visión más radical de un pensamiento económico que intenta cercenar a golpe de reformas la soberanía energética y el nacionalismo”, enfatizó.
Recalcó que con la Reforma Energética se impone la visión entreguista del patrimonio nacional, ninguna disposición para escuchar la voz de los mexicanos, ninguna voluntad para incrementar los canales democráticos, ninguna intensión de resarcir el gran rezago en el que viven millones y millones de mexicanos y mexicanas.
“Fue ignorada la propuesta del PRD para apuntalar una industria energética competitiva, con vocación nacionalista, responsable con el medio ambiente y con los derechos de las futuras generaciones. Se negó el derecho constitucional a participar en los asuntos de trascendencia nacional como lo es el tema que estamos discutiendo a través de la consulta popular, este proceso culmina tan mal como empezó”, subrayó Morón Orozco.
Sostuvo que los funcionarios del gobierno federal anunciaron en el extranjero lo que no había discutido aún con los mexicanos. Se gestaron acuerdos en lo obscuro. Se pretendió distorsionar la historia y simular un debate público, que no existió. Todo para tratar de legitimar una decisión que se tomó en otro lado, no en la representación popular, no aquí en el Senado de la República.
“Que quede claro, para el juicio de la historia, el Gobierno de Enrique Peña Nieto, con sus aliados, comprometieron la entrega de grandes porciones de la riqueza petrolera nacional en detrimento del bienestar y el futuro de los mexicanos”.
Al final, Raúl Morón recalcó que los mexicanos no se dejarán engañar, la última palabra la tienen los ciudadanos y los senadores, los representantes populares progresistas estaremos de lado del pueblo de México, estaremos del lado de nuestra patria, estaremos del lado de nuestra historia y de nuestra memoria histórica.