Morelia, Mich., 04 de diciembre del 2013.- La crisis económica que arrastra México por décadas, hace que la mayor parte de los ingresos de la población se destinen a cubrir su necesidad básica de comer, optando primeramente por gastar en pan y cereales, luego en carne, y después en leche y huevos, apuntó el integrante de la Comisión de Desarrollo Rural de la LXXII Legislatura local, Leonardo Guzmán Mares.
Leonardo Guzmán, quien es diputado por el distrito de Coalcomán, señaló que los hogares mexicanos gastan más en alimentos y bebidas no alcohólicas; le sigue el gasto en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles; y después está el gasto en transporte.
Conforme a datos del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática, el legislador perredista señaló que esos tres rubros, representan en conjunto el 58.5 por ciento del gasto anual en general de los hogares mexicanos, aunque en el ámbito rural representan un porcentaje mayor con 65.4 por ciento, mientras que en las ciudades es del 57.5 por ciento.
Guzmán Mares refirió que en su gasto de alimentos y bebidas no alcohólicas, los mexicanos optan en primera instancia por adquirir pan y cereales con un 21.1 por ciento de su gasto, le sigue con un 20 por ciento la carne, y luego está con un 14.9 por ciento la leche, el queso y los huevos.
“El pan y los cereales son los alimentos más accesibles para los mexicanos, quienes fundamentalmente basan ahí su alimentación debido a la imposibilidad económica de acceder de manera más preponderante a otro tipo de alimentos”.
El legislador apuntó que las cifras oficiales muestran como en el 2012 el consumo medio anual por hogar mexicano en las zonas rurales fue de 84 mil 942 pesos, mientras que en las urbanas fue de 163 mil 175 pesos.
“Las cifras son más emblemáticas si revisamos el gasto del consumo por mexicano, en donde una persona que vive en zona rural tiene en promedio 56 pesos diarios para sus gastos, mientras que una persona que vive en la ciudad contaría con más del doble, esto es 118 pesos”.
No obstante el legislador apuntó que las estadísticas oficiales deben analizarse con cautela, pues el claro que los hogares de las zonas urbanas no tienen el mismo ingreso, al igual que en las zonas rurales, por lo que el gasto se restringe o ensancha de acuerdo al grado de ingreso de cada hogar.