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Morelia, Mich. 30 de noviembre de 2013.- Una jornada cargada de disertaciones, propuesta e hipótesis sobre el fenómenos social y político imperante en México, así como con la respectiva visión que el arte tiene sobre ello, se verificó al interior del Congreso Histórico Cultural para la Conmemoración del Bicentenario de Los Sentimientos de la Nación y las Constituciones de América, promovido en Morelia por la Asociación Civil Luna Nueva Promoción Cultural, con apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).
Dentro de la dinámica de intercambio de conceptos se verificaron mesas de trabajo en que estudiantes, docentes, promotores de la historia y la cultura, así como legisladores e interesados, profundizaron en la reflexión de Los Sentimientos de la Nación como base del constitucionalismo mexicano; su vigencia en el contexto mexicano actual; y las circunstancias que llevaron a José María Morelos y Pavón a sintetizar en ese documento el pensamiento libertario y que también fue de avanzada en su momento.
En cuanto a las conferencias magistrales ofrecidas de manera gratuita, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, ofreció su ponencia en torno al devenir histórico mexicano a partir de la obra de Morelos, además de analizar, a petición del público, temas de la agenda actual como la propuesta de reforma educativa:
“Los problemas que enfrentamos son complejos pero si los reconocemos, si hablamos de ellos de manera directa como es el propósito de este congreso, tenemos más posibilidades de encontrarles solución y alternativas, así que bienvenida la idea reforma educativa, no nos peleemos con los enunciados, y ahora habrá que empezar en serio el trabajo intelectual que nos permita identificar dónde están las raíces de los problemas para poder atenderlos, y señalo como una raíz principalísima nuestro obsoleto modelo pedagógico”.
Por su parte, uno de los politólogos mexicanos con mayor presencia en el país, Lorenzo Meyer, disertó sobre los avances y retrocesos del sistema mexicano tras la alternancia política surgida en el año 2000: “tuvimos que hacerle frente al cambio político y creo que fue una oportunidad histórica única que tuvo México, con un resultado pésimo a mi parecer, que cada quién haga su juicio; pero a la vez que hubo una enorme oportunidad, fue también extraordinariamente compleja y las posibilidades de fracasar son altas, y si se tiene un mal liderazgo político es casi seguro que se va a fracasar.
“Yo tengo una hipótesis: es un sistema híbrido el que tenemos ahora, la actual literatura en ciencia política tiene mucho material sobre híbridos, sobre sistemas que tienen parte de uno y otro. Yo lo pienso como una democracia autoritaria (el sistema actual en México) ese es mi concepto. Mi propuesta para explicar al México del 2013 es que no somos ni lo que fuimos ni somos lo que quisimos ser: tuvimos un sistema autoritario disfrazado de democracia por razones tanto de política exterior como interna, y este disfraz fue aceptado por muchos aunque el que hacía un análisis de México desde los 40 sabía que no era una democracia, pero convenía hacer como que sí fuera, en particular la gran potencia que tenemos al norte le convenía que se viera a México como democracia, pero nadie en su sano juicio y con un mínimo de honestidad decía que esto era un sistema democrático”, y subrayó que pese a ese fenómeno, el México actual registra cambios sustanciales a través del surgimiento de nuevas propuestas políticas.
