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22 de noviembre, 2013 — La jefa de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) informó este viernes que, según el gobierno de Filipinas, el número de muertos por el tifón supera los 5.200.
Valerie Amos dio una conferencia de prensa en la sede de la ONU tras regresar de ese país asiático.
“Un desastre masivo como este requiere una respuesta de ayuda masiva”, sostuvo la titular de OCHA.
Indicó que hasta el momento, se ha financiado el 40% de los más de 300 millones de dólares solicitados a la comunidad internacional.
Señaló que para apoyar a las autoridades locales en las tareas de asistencia, Naciones Unidas proveyó víveres, equipos logísticos y equipamientos de ayuda.
Amos sostuvo que Filipinas tiene uno de los mejores sistemas de manejo de desastres del mundo, pero la dimensión de esta tormenta sería un desafío para cualquier país sin importar cuán preparado esté.
Indicó que tras dos semanas del tifón, decenas de equipos médicos han ofrecido asistencia a la población afectada y dos millones y medio de personas han recibido ayuda alimentaria y agua potable.
Sin embargo, subrayó que la comida, agua potable y refugio continúan siendo las prioridades, ya que un gran número de personas siguen expuestas a las inclemencias del tiempo y la temporada de tifones aún no ha finalizado.
Agregó que el próximo lunes comenzará una campaña de vacunación dirigida a medio millón de niños menores de 5 años.
