Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).– Elementos de la Policía Federal (PF) resguardan desde ayer por la noche al obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, ante amenazas de que sería blanco de un ataque por parte del crimen organizado. De acuerdo con reportes de medios locales, 40 unidades de la Policía Federal llegaron a a casa episcopal, aledaña a la catedral de Apatzingán, para trasladarlo en medio de un operativo de seguridad a un cuartel militar. El padre Gregorio López, de la Diócesis de Apatzingán, declaró a medios que Miguel Patiño fue llevado en medio una caravana y que se frustró el atentado gracias a información que militares obtuvieron al intervenir una comunicación vía satelital. El pasado 16 de octubre obispo de Apatzingán publicó una carta en donde denuncia cómo la región del valle de Apatzingán y de Tierra Caliente ha sido sometida por el crimen organizado. Miguel Patiño Velázquez, obispo de Apatzingán, Michoacán, ha denunciado una y otra vez que el crimen organizado han tomado el mando de esa zona y aunque se trata de comunidades pequeñas y se sabe quienes son los delincuentes nadie ha hecho nada. Las autoridades posiblemente saben dónde están los criminales, pues “no es asunto de ahora ni es misterioso”, afirmó monseñor Patiño Velázquez, quien se ha convertido en un fuerte crítico de la estrategia de seguridad implementada por los gobiernos federal y local contra la delincuencia. Patiño, quien el jueves pasado encabezara una marcha de unas cinco mil personas para pedir la paz en la región y en todo Michoacán, fue entrevistado el viernes por Carmen Aristegui, en MVS, a quien le dijo que en esa localidad están sin transportes, sin gasolinas, “el crimen organizado ha prohibido hasta la venta de tortillas… aquí se hacen cosas graves contra la sociedad”. “Hay alguien que manda, que manda que no vendan tortillas y no hay”, planteó como ejemplo del control que ejercen sobre esas comunidades los delincuentes. También expuso que en sus 32 años de servicio religioso en esas comunidades, en un lapso de 17 años el crimen ha matado a cinco sacerdotes. “Todo esto viene de muy atrás y el crimen se ha venido organizando y perfeccionando cada vez más” y ante los ojos de todos. Patiño también puso en duda la efectividad de la estrategia de seguridad que se aplica en la región. Aunque el Ejército “está cumpliendo en parte” su tarea, no pasa nada: en sólo 10 kilómetros hay 10 retenes en la carretera, pero no pasa nada, no encuentran nada, expuso. El Obispo se refirió también a la carta que a mediados de octubre publicó en la página web de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para denunciar la violencia en Michoacán y pedir la ayuda de las autoridades federales. Al respecto dijo que no pensó que “la cartita” llegaría a tantas partes, pero que su reclamo sigue firme y las autoridades deben responder a los ciudadanos.
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