Morelia, Mich., 15 de octubre del 2013.- Michoacán es una de las principales entidades de la República con mayor presencia de niños y adolescentes jornaleros agrícolas migrantes, por lo que es urgente una política integral para los menores desde el territorio michoacano, que inhiba este fenómeno, subrayó la presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la LXXII Legislatura local, Silvia Estrada Esquivel.
La también coordinadora parlamentaria de Partido de la Revolución Democrática en el Congreso local, recordó que los trabajadores del campo en muchas ocasiones emigran con sus familias en búsqueda de mejores condiciones de vida.
“La UNICEF reporta que un 44 por ciento de los hogares de jornaleros agrícolas en la frontera cuentan con al menos un niño o niña trabajador, y sus ingresos se acercan al 41 por ciento del total familiar”.
La diputada por el distrito de Lázaro Cárdenas, lamentó que a pesar de que la Constitución expresamente lo prohíbe, en Michoacán existen poco más de 50 mil niños y adolescentes jornaleros agrícolas migrantes que forman parte de la fuerza laboral, conforme a datos del INEGI.
“En México existen alrededor 406 mil familias en constante movimiento entre las zonas de origen y las zonas receptoras, de las que en su gran mayoría están conformadas por jornaleros migrantes, las cuales se integran por jóvenes no mayores de 30 años; de los cuales el 57 por ciento son hombres y el 43 por ciento son mujeres, y el 40 por ciento de esta población son niños y niñas menores de 14 años”.
Apuntó que los menores jornaleros realizan sus labores en condiciones poco humanitarias, contradiciendo lo que establece el artículo 14 de la Constitución General de la República, sobre la prohibición de emplear a menores de 14 años en trabajos pesados y jornadas extenuantes.
La líder de la bancada del sol azteca llamó a sumar esfuerzos para proteger a la niñez, y la buena voluntad debe reflejarse con este sector, que además de la labor tan pesada que realiza, no gozan de los beneficios de vivir una niñez tranquila, en la que puedan acudir a estudiar, compartir y jugar.
En México, 3.1 millones de personas se desplazan cada año hacia distintos puntos de la geografía nacional, mismos que se dedican a la actividad de jornaleros agrícolas. Como parte de estas migraciones rurales y urbanas, se tiene que en Michoacán laboran 100 mil 876 personas en dicho trabajo, de los cuales, el 88 por ciento son migrantes provenientes de otras entidades de la República.
En el caso de Michoacán, dijo, que solo en Tierra Caliente, en los campamentos meloneros de San Jerónimo, Ojo de Agua, Estimucha, Tzirizícuaro, La Cuchilla, Arroyo Hondo y Salguero, se cuentan casi tres mil jornaleros.
Lo grave, añadió es que en el caso de los niños jornaleros como es en los casos de los municipios de Tanhuato y Yurécuaro no tienen acceso a los
servicios educativos. De acuerdo con investigaciones, mencionó se conoce qué “menores de entre seis y 14 años no pueden estar en las escuelas por su condición migratoria, ya que sólo acuden a las áreas agrícolas durante las temporadas de pizca, que dura un promedio de cuatro a seis meses”.
Cabe señalar que también en las zonas melonera de Huetamo; fresera de Zamora y frutícola de Nueva Italia, los hijos de los jornaleros, en su mayoría del Estado de Guerrero, no pueden asistir a la escuela, porque se trata de un trabajo temporal, en el que sólo juntando los salarios de cada uno de los integrantes de las familias pueden regresar a sus lugares de origen y sobrevivir otros seis meses.