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Morelia, Mich., 4 de octubre del 2013.-Jesús Reyna García y Fausto Vallejo Figueroa se han convertido en dos variables de inestabilidad política y social para Michoacán, que impiden el establecimiento de políticas públicas de largo alcance, capaces de impactar principalmente en el desarrollo de la economía y el reforzamiento de la seguridad que necesita el estado, señaló Carlos Torres Piña, secretario general del Partido de la Revolución Democrática en la entidad.
“Entre las principales razones por las que el PRD no acudió al llamado del aún gobernador interino, Jesús Reyna, para firmar el Acuerdo por Michoacán, fue primero, por la exclusión de las propuestas hechas por el PRD y por lo inestable de su mandato, porque como lo señalamos, el “acuerdo” fue lanzado ante la necesidad de legitimarse en el cargo y no en función de la crisis que atraviesa el estado”, indicó el perredista.
Ante el regreso del gobernador constitucional Fausto Vallejo Figueroa, Carlos Torres Piña señaló que nadie puede impedir que retome su cargo y aunque muchos priistas estén preocupados por su regreso e incluso muchos otros estén alentando a sus espaldas la continuidad de Reyna García, lo importante es saber la actitud con la que Vallejo Figueroa asumirá nuevamente el cargo, y si la pugna que como el propio Vallejo dice, se da sólo a nivel de los funcionarios, permitirá avanzar en algo a la entidad en los dos años que le queda a la presente administración.
Un punto preocupante del interinato de Reyna García, indicó Torres Piña, ha sido la utilización del Acuerdo por Michoacán para suplantar las funciones del Poder Legislativo y el manejo mediático que su gobierno hizo al tratar de vender la idea de que quien no firmó el Acuerdo, no estaba participando de las decisiones importantes de la política pública. “Esa no es la conducción institucional que un gobernador que pretende abonar a la estabilidad política debe asumir, sino la de quien trató de presionar su permanencia en el cargo”, agregó el exdiputado federal.
No obstante, agregó Torres Piña, el PRD se ha dado a la tarea de convocar a distintos sectores sociales, para construir una agenda que sea impulsada desde la oposición, debido a que en su momento el equipo de Reyna García se negó a incluir dentro del Acuerdo lo propuesto socialmente por la izquierda.
“Hoy los michoacanos son testigos de una lucha de la cultura por el poder de dos viejos cuadros de un PRI que se negó a renovarse, que no es capaz de permitir a sus cuadros jóvenes el ejercicio del gobierno, que no acepta escuchar y gobernar equilibradamente, pero que sobre todo, quiere gobernar para demostrar su poder, pero no tiene el poder de gobernar para bien de la población michoacana”.
