México, Distrito Federal; 17 de septiembre de 2013.- A un año de distancia desde su toma de protesta como jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera Espinosa se ha portado a la altura de las circunstancias para mantener a la capital del país como la entidad de las más amplias libertades, en la que a pesar de las provocaciones realizadas por parte de ciudadanos ajenos ha quedado claro que en la Ciudad de México el derecho a la libre manifestación está garantizada.
No obstante las intentonas de los grupos identificados con la derecha para tratar, por diferentes medios, de desestabilizar el correcto ejercicio de un gobierno elegido democráticamente (con el mayor porcentaje de votos desde que en 1997 se inauguró la etapa de las elecciones libres en la capital), la ciudad de México mantiene con Miguel Angel Mancera su sello como capital social en beneficio de todos sus ciudadanos.
Hortensia Aragón Castillo, Coordinadora Nacional Foro Nuevo Sol-PRD, expresó que tan importante ha sido la implementación de los diferentes programas sociales que los gobiernos de izquierda han puesto en funcionamiento para beneficiar al más amplio rango de sus gobernados, que con su propuesta de reforma fiscal recientemente presentada Enrique Peña Nieto, ha reconocido que solo adoptando un modelo de ayudas a los más necesitados se pueden dar pasos importantes para revertir la grave situación en la que se encuentran millones de familias en todo el país.
Aplaudimos la visión y la sensibilidad que ha tenido Miguel Angel Mancera al darle continuidad a este tipo de programas que han sido sello distintivo de los gobiernos de izquierda, que han hecho la diferencia entre ser una ciudad azotada por la violencia y la pobreza y una capital con futuro y con estabilidad social con un rumbo claro, a pesar de que desgraciadamente no cuenta con los mismos derechos que tiene el resto de las entidades que conforman la República mexicana.
Para lograr esto último, desde hace algunos meses la máxima autoridad en la Ciudad de México ha venido marcando las directrices de lo que debe incluir la reforma política que le permita a la capital, en el corto plazo, lograr que sus habitantes dejen de ser considerados como ciudadanos de segunda, a los que se les pide pagar impuestos que el resto de los mexicanos, pero a los que no se les permite acceder a los diferentes apoyos que el gobierno federal le brinda a los habitantes del resto de país, lo que sin duda divide socialmente a los mexicanos.
Por ello, pedimos que el gobierno de Enrique Peña Nieto deje de postergar un tema que debe ser visto como un acto de justicia, de igualdad y de máxima prioridad para una entidad como el Distrito Federal, que aporta más de la mitad del producto interno bruto de nuestro país.