La Secretaría de Marina tiene el gran reto de regresar la confianza en materia de inseguridad al estado mexicano.
En varios puntos de la geografía mexicana se han visto diversos momentos en que el Ejercito Mexicano ha tenido que bajar la cabeza ante las decisiones de carácter político que no le ha permitido actuar conforme lo decreta el código militar.
En 2012 las retenciones a militares que se registraron en Guerrero y en nuestro estado abarcaron de uno a diez elementos, pero desafortunadamente en el 2013 los eventos y el número detenidos creció, incluyendo casi una decena de emboscadas en territorio michoacano, registrándose dramáticamente el pico mayor de las detenciones el lunes en el ahora ya conocido Pericón del municipio de Tecoanapa en Guerrero, donde la cifra llego al increíble número de 60 elementos castrenses detenidos.
El ejército mexicano tiene ante los pobladores de éste país el reto de que no vuelva a suceder un evento semejante ya que la credibilidad de la institución entonces estaría en un riesgo inminente, pero parece que los políticos eso les tiene sin cuidado.
En diversas fuentes consultadas por este reportero, los acontecimientos del domingo 28 de julio de bloqueos de las dos principales autopistas de Michoacán, la de occidente que comunica la ciudad de México con Guadalajara con un paso de más de 200 kilómetros por Michoacán y la Siglo XXI que comunica Morelia con el puerto de Lázaro Cárdenas, por diversos grupos de ciudadanos que protestaban por la presencia y los excesos de la policía federal en sus territorios, provocó que el Vicealmirante Salazar Ramonet cometiera una serie de decisiones que causarían a la postre la pérdida de su vida y de uno de sus acompañantes, así como lesiones de su esposa y uno de sus escoltas, oficialmente no se ha reconocido la serie de errores cometidos por el hasta ahora más alto mando de la Marina que haya perecido en un ataque similar en la historia moderna de México y en donde el prestigio y eficacia de esta institución podría verse comprometida.
Fuentes consultadas coinciden en señalar que el Vicealmirante ante el bloqueo de la autopista siglo XXI decidió primero tratar de evitar el bloqueo sumergiéndose en las carreteras secundarias y rurales del municipio de Churintzio en un vehículo oficial con placas 608000 y sin escolta primer error, por un momento el vehículo con sus tripulantes se vio perdido por los caminos de Michoacán segundo error, finalmente llegaría un tercer error, que no habría querido identificarse el marino de alto rango ante la llegada de un grupo armado que detuvo el vehículo desconocido que traía armas en su interior, versiones establecen que de haberse identificado el marino, la historia podría haber sido otra, es decir, el grupo armado lo habría dejado pasar o los habría orientado de cómo salir de los caminos de Michoacán donde se encontraban perdidos.
Hoy ante el desconcierto del mismo Ejército que por decisiones políticas ha recibido la orden de no levantar las armas contra los grupos de auto defensa particularmente en Guerrero que los han detenido, levantan la voz militares en retiro y en activo advirtiendo que no se debe permitir nunca más una acción de falta de operación porque el respeto de la institución se podría perder y sería difícil de recuperar ante la opinión pública.
La Marina tiene una deuda pendiente con Michoacán después del domingo del asesinato de dos de sus miembros y que su acción al interior con el prestigio que aún desborda no dudo producirá una serie de eventos que en un futuro cercano deberán de regresar la paz y la tranquilidad a nuestra entidad dando un golpe de timón en la estrategia de seguridad del Presidente Enrique Peña Nieto que redundaría en la confianza en las instituciones de seguridad de nuestra Nación y en el mismo actuar del ejecutivo federal.
Articulista: Ignacio Martínez