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Una excelente labor de investigación llevó a cabo Guadalupe Martínez Ocampo del periódico Cambio de Michoacán, sobre la actual situación de hechos delictivos y la inseguridad que priva en Michoacán, motivo por el cual ahuizote.com publica íntegramente el trabajo realizado por este medio de comunicación independiente:
Morelia, Michoacán.- El temor, la angustia, el pánico, la incertidumbre y hasta la posibilidad de migrar a otro estado del país, son los síntomas manifiestos en ciudadanos entrevistados en torno a la inseguridad y la ola de violencia que prevalece en la entidad, y que ante la falta de confianza hacia el gobierno del estado para resolver las problemáticas sociales, consideraron a éste el único causante de que el fenómeno haya crecido como “una yerba mala”.
Cabe señalar que las tres últimas semanas el estado fue escenario de hechos violentos, con dos atentados contra las fuerzas federales de seguridad que reavivaron la jornada de violencia en municipios de la Tierra Caliente.
Ante estos hechos delictivos y la inseguridad que prevalece en Michoacán, en un sondeo que realizó Cambio de Michoacán, Hugo Sandoval Reyes, jubilado y originario del municipio de Zitácuaro, anticipó que junto con su familia decidió que migrará a otro estado del país como Pachuca, Puebla o Querétaro, ya que la violencia y los delitos del fuero común “son el pan de cada día”.
Con gran decepción, el hombre de lentes señaló que no ve ningún futuro para sus hijos en Michoacán, ya que dijo que durante el ciclo escolar la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) si no está tomada por los maestros, el magisterio democrático obstaculiza las actividades de los estudiantes.
“Definitivamente, en próximos días mi familia y yo estaremos mudándonos a otro estado de la República, porque la impresión de los últimos enfrentamientos en Michoacán ha sido un temor mayor y una incertidumbre que es lamentable para quienes somos michoacanos, quienes por lo menos hemos sido víctimas de algún delito”, expresó.
Ante pregunta expresa en torno a si siente más temor y su familia está desprotegida, respondió sólo con mover la cabeza afirmativamente, mientras que con la mirada cabizbaja reiteró que la inseguridad es la culpable de que su bienestar no esté como en años anteriores, cuando llegó a la capital michoacana. “Por esa situación ya no quiero estar en Michoacán y ojalá que lo pueda hacer en unos meses”, dijo.
Sandoval Reyes expresó que ante la falta de interés del gobierno del estado y la ineficacia en los elementos policiacos para combatir la delincuencia, su familia fue orillada a cambiar sus rutinas y reforzar aún más su domicilio por medio de candados y rejas, ya que en la colonia Felícitas del Río, donde vivió y se mudó hace un tiempo, fue víctima de dos asaltos a mano armada.
“Por tal motivo, últimamente los habitantes de las colonias han decidido unirse en contra de la delincuencia y entre nosotros protegernos, ya que de lo contrario todos los días seríamos víctimas de la delincuencia”, aseguró.
Para el zitacuarense no existe ninguna solución que resuelva la problemática de inseguridad en el estado, ya que desanimado exclamó que si el gobierno del estado no ha acabado con la violencia, difícilmente la actual administración en dos años podrá erradicarla, ya que “todos son parte del mismo sistema de corrupción”.
Delincuencia, “yerba mala”
Patricia Contreras Ruiz, de 35 años de edad, y a quien se le encontró en la Plaza de Armas del Centro Histórico en el disfrute de un helado con sus dos hijos, de doce y diez años de edad, dijo que el temor y la incertidumbre son los síntomas que todos los michoacanos tienen cuando salen a las calles por las noches, ya que aseguró que no existe ninguna protección o seguridad en la capital michoacana debido a que la delincuencia se ha incrementado como “una yerba mala”.
“¿Qué podemos hacer? Más que sobrevivir, protegernos y cuidar a nuestros hijos porque tal parece que el Ejecutivo estatal es parte de la misma delincuencia, mientras que los ciudadanos cada vez tenemos más miedo porque ya no podemos actuar de la misma manera”, expresó.
Cuando se le preguntó sobre si ha cambiado sus rutinas de trabajo y ha tenido que reforzar su seguridad, la mujer respondió que sí y enfatizó que en todos los sentidos, hasta para salir a la tienda como para dejar a sus hijos jugando la típica “cascarita”.
“Debemos reconocer y estar conscientes que ya no es la misma seguridad que hace unos cuantos años, y son las consecuencias de que no hemos sabido escoger bien a nuestros gobernantes, por lo tanto hoy en día debemos procurar y no dejar a nuestros hijos, conocidos o familiares desprotegidos”, dijo.
Contreras Ruiz evidenció que el gobierno estatal es inservible y que al mismo tiempo no funciona para la sociedad, e indicó que si en sus manos estuviera plantear una solución, primero sería pagarle bien a los elementos de las policías estatal y municipal, así como entregarles equipamiento de calidad que les sirva para realizar su labor.
“Un policía bien pagado no se corrompe porque sería más honesto en su trabajo, mientras que al gobierno estatal, tendríamos que regresarlo por lo menos unos 70 u 80 años atrás”, manifestó.
Paranoia y aislamiento, síntomas sociales
En este mismo tema, la psicóloga Isis Mandujano y quien labora actualmente en la Universidad de Morelia (UDEM), expresó que ante los riesgos sociales que prevalecen en la sociedad michoacana respecto a la violencia, aseguró que los síntomas más evidentes en muchos casos son la paranoia y el aislamiento, ya que quienes han sido víctimas de alguna extorsión, un secuestro o algún delito del fuero común como el asalto a mano armado, es un claro indicio de que dejará secuelas que sólo con terapia podrían disminuir.
“Debido a la violencia y si la sociedad ha sido víctima de algún delito grave psicológicamente, podría enfrentarse una histeria colectiva, es decir, no salir de sus domicilios, ni dejar a sus hijos que vayan a algún lugar, ya que la seguridad del hombre es lo principal, por lo tanto Michoacán tendría que llevar a cabo modificaciones eficaces para el combate a la delincuencia”, dijo.
Aseguró que sí es una influencia para la sociedad el hecho de estar siempre ante imágenes violentas o leer información impactante, porque afecta toda la dinámica social, como no confiar igual en los ciudadanos, no visitar los mismos lugares y ni siquiera abordar un taxi por las noches.
Señaló que las principales afectaciones que puede tener la ciudadanía cuando recibieron llamadas de amenaza o extorsiones, es que impactan de manera importante en el subconsciente y logran dejar a las personas en crisis y aislamiento, a tal grado de que son obligados a cerrar negocios y cambiar de domicilio.
Cambiar ante amenazas
Por su parte, Francisco Peñaloza, de 82 años de edad, aseguró que a su edad la impresión de la violencia es todavía más alarmante porque hace más de 30 años Michoacán era de los estados más tranquilos y sin reportes de delincuencia o robos, como por ejemplo en el municipio de Churumuco, de donde es originario.
“Si el Ejecutivo aplicara la ley, no habría tanta inseguridad y si realmente actuara la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) no tendríamos tantos delincuentes. Si llegara un gobierno de la talla de Agustín Arriaga Rivera, otro cantar sería, ya que lo que ocupamos es una verdadera autoridad”, dijo al referirse al gobernador, que no tuvo empacho en hacer uso del Ejército, en 1966, para acallar las protestas en la Universidad Michoacana.
¿Han cambiado en su familia sus rutinas o reforzado su seguridad?, se le pregunta al hombre con una cruz de plata en su cuello. Respondió que sí, por las constantes llamadas telefónicas que recibía de personas desconocidas queriéndolo extorsionar a fin de que depositara la cantidad de 50 mil pesos. “El gobierno del estado es el único culpable de que la situación de inseguridad y delincuencia se haya incrementado, ya que si las autoridades no dejaran entrar celulares en los ceresos no existirían las extorsiones”, dijo.
La única solución, a juicio de Peñaloza, es que el gobierno del estado aplique la ley y no sea parte del mismo sistema de corrupción y violación a los derechos humanos.
A decir de Miguel Alemán Vargas, de 29 años y empleado de la Secretaría de Educación del Estado (SEE), ha tenido que cambiar sus rutinas para trasladarse al trabajo debido a la inseguridad que prevalece en la entidad y que si bien es cierto ha afectado a toda la sociedad michoacana de alguna forma, ya sea por asaltos o robos a las casas habitación.
“La solución está en que tanto los medios de comunicación, el gobierno del estado y la sociedad se comprometieran a llevar a cabo programas y operativos de seguridad a fin de disminuir la delincuencia, ya que solos o aislados difícilmente se podría eliminar”, aseguró.
Finalmente, la arquitecta de 47 años de edad, María del Pilar Gómez, y a quien el crimen organizado le pidió cuotas y derecho de piso para comprar los materiales de construcción en municipios como La Piedad, manifestó que la suerte no ha sido su compañera porque la inseguridad continúa persiguiéndola a donde se dirija, mientras que en la capital michoacana su domicilio ha sido asaltado cuatro veces.
Confirmó que tanto su familia como los mismos vecinos del Fraccionamiento Balcones de Morelia, que se ubica frente a Casa de Gobierno, recientemente decidieron cerrar la calle principal por medio de rejas y establecer sensores de movimiento debido a la inseguridad que se incrementa más.
“Las autoridades aseguran que cuando los vecinos deciden cerrar o bloquear sus calles por medio de rejas, portones o casetas están coadyuvando para que la delincuencia aumente, pero a nosotros nos ha disminuido hasta en un 50 por ciento, aunque parezca que estamos en una cárcel pero preferimos eso a que nos dejen un día en la calle, sin nada”, manifestó.
La arquitecta egresada de la UMSNH dijo que el temor es el principal síntoma que influye en los ciudadanos para que no salgan a la calle por las noches, y ante pregunta expresa en torno a cuál sería la solución, dijo que sólo acabándose la corrupción a fin de que existan mejores empleos y salarios. “Si verdaderamente la policía estuviera con la sociedad y el gobierno quisiera llevar a cabo operativos eficientes tendríamos más confianza”, concluyó.
