Por Manuel Lozada . – Un tema «macabro » y derechista surgió hace unos días nada más cuando el Presidente Peña Nieto habló de una nueva política para «atacar el trabajo informal».
La idea de Peña Nieto para fomentar la formalidad laboral, busca integrar los esfuerzos de los sectores productivos, las organizaciones sindicales y campesinas, para lograr la dignificación de los trabajadores y el incremento de la productividad a favor del desarrollo económico, fácilmente la pudièramos considerar como una ley que atente contra la libertad de empleo.
México padece cada vez más un mal económico llamado «salario mínimo» el cual está muy por debajo de los precios y costos reales de los productos en el mercado; dicho salario es regulado por el mismo gobierno federal mediante una «comisión reguladora» ,quienes desconocen , o fingen desconocer o les vale la situación tan precaria del proletariado mexicano asalariado.
En tiempos anteriores a la «Revolución Mexicana» – que dicho sea de paso no cambió nada- los «patrones» pagaban con vales de compra para las tristemente célebres tiendas de raya, el caso es que el campesino siempre terminaba endeudado y nunca salía de su miseria. Tal parece que ahora, los políticos mexicanos abanderados con esta iniciativa de Peña Nieto, tratarán de regresar a esos tiempos, para «meter en el carril» a todos los que quieran trabajar, y por ende, sean pagados a como los patrones consideren hacerlo, sin importar recibir miserias a cambio de la explotación laboral impuesta.
Los pasos los han dado paulatinamente desde Vicente Fox alias el marihuanero, Felipe » FECAL» Calderón y ahora Peña Nieto, modificando primero las formas de contratación, esquemas de pago, agencias de terceros que subcontratan y ponen literalmente «de pechito» ante un patrón a todo aquel que desea trabajo ahi, no por gusto en la mayoría de los casos, sino por mera necesidad. Posteriormente, para «cerrar con broche de oro» FECAL autorizó el cambio a la Ley Federal del Trabajo, la que permite hacer cientos de modificaciones y contratar personal hasta por horas dejando de lado responsabilidades civiles y laborales a los trabajadores.
Ahora, es tiempo de que Peña Nieto haga «el trabajo sucio» planeando y oficializando, hacer de cierto modo «ilegal» el trabajo que pueda rayar en lo informal (taquero callejero, por ejemplo) para obligarlos a entrar a un «juego negro» de trabajo que a la postre muy seguramente será pasar a ser ESCLAVOS MODERNOS, ya que los salrios son ridículos, miserables, totalmente carentes de realidad, insuficientes para poder cumplir con todo lo que se tiene que gastar medianamente, imposible para fomentar el ahorro y que seguramente hará que la delincuencia se incremente, cayendo en el clandestinaje una y mil acciones, servicios y artículos que pudieran mitigar las necesidades monetarias de un pueblo que ya está pagando con SANGRE la falta de oportunidades y empleos BIEN REMUNERADOS.
La miseria económica y educativa son el padre y la madre de un delincuente o de una revuelta social, ésto lo deben de considerar antes de lanzar «propuestas absurdas» para controlar las «economías y salarios».
Cuando el hambre y la miseria azotan una familia, sus integrantes harán hasta lo impensable para salir de ella….este axioma es el que ha generado un alto indice de narcotraficantes, asaltantes y delincuentes, quienes ven en estas áreas la única forma de salir a su problemática económica y social, ya que los gobernantes poco o nada les importa, al fin y al cabo, ellos viven como «reyes» …. hasta que el pueblo se los siga permitiendo.
Como siempre , amable lector…usted, ¿qué opina?