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Por Ignacio Herrerías.- “Michoacán está en llamas es un invento de los medios”, dice orondo el gobernador momentáneo de Michoacán, Jesús Reyna, y con ello en su breve o amplio régimen (no lo sabemos) resurge lo peor del PRI (y eso es una redundancia), el gobierno que se mete a dictar línea editorial a los medios y que pretende acallar la realidad domeñando a la prensa.
La intentona del doliente, fracasado e intermitente gobierno priísta de Michoacán de imponer su línea en los medios de comunicación y el resurgimiento del censor después de 10 años de libertad de prensa en las dos anteriores administraciones. Resurgen las lamentables prácticas de las detestables épocas de Díaz Ordaz o de Luis Echeverría: imposición de los intereses del gobierno; control de medios; acallar las voces críticas; minimizar los problemas y trata de encubrir la realidad.
En resumen: Reyna –acatando la “estrategia” del Gobierno Federal, trata solamente de negar la realidad, de que la sociedad no se entere de lo que sucede y no busca (como debería hacerlo y es su obligación) solucionar los problemas, sólo que estos no se publiquen.
Queda claro que el PRI no ha cambiado un ápice de su comportamiento, su actitud y sus prácticas, y que con el retorno al poder tratan de forzar las manecillas para volver al pasado. Sin embargo, esta “estrategia” está condenada al fracaso, y no sólo por la ventana que representan las redes sociales, sino porque existen medios de comunicación que tienen dignidad, y que no se están plegando a las directrices del gobierno priísta.
Callando a los medios, no se callará la realidad.
