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Michoacán, teatro de ensayos

Por Noemí Avilés.-Sobre los experimentos científicos Feyerabend nos propone ir con cuidado antes de asentir los resultados de los mismos, ya que si bien la ciencia intenta descubrir la naturaleza, traducirla en fórmulas lógicas o matemáticas, también es cierto que a la hora de corroborar dichas hipótesis, las condiciones del experimentos son tan controladas sobre lo aprehendido de la naturaleza, que los resultados, -¡voila! – son los programados.

En política aplica igual. No existe mejor estrategia para hacer creer que crear situación, condiciones que generen los resultados esperados en reacción de la ciudadanía a favor de los que esperan una respuesta condicionada. Salivación populis de economía y seguridad.
Así, los viejos tricolores saben la fórmula exacta y la aplican: justificar su permanencia en el poder no sólo en el primer nivel, sino en la entidad y los municipios. Y ahí tenemos el argumento de la falta de presupuesto ante la poca o nula aplicación de programas o desaparición de otros. Encontrar un chivo expiatorio es la mejor alternativa para lograr el propósito. Y este mecanismo se generó. Hoy podemos escuchar en la Defensoría de Oficio que les han canalizado muchos casos de la Secretaría de la Mujer por falta de presupuesto.
O carencias conocidas como las que podemos encontrar en la Secretaría de Salud de Michoacán, las lámparas de los sillones de servicio dental se pueden pegar con cinta adhesiva, o puede faltar el cojín respaldo para la cabeza, o usar un pupitre viejo de secundaria para las radiografías dentales, con el propicio ambiente miásmico: las dulces notas ureas de los sanitarios.
Ahora, el reciente escenario creado es el que más nos lastima a los michoacanos y a los mexicanos en general: la inseguridad. Al respecto, nos encontramos ante el tercer funcionario en materia de seguridad que, bajo la idea de aplicar una estrategia transversal contra su antagónico en Michoacán. Un tercer experimento en la entidad para guiarnos hacia la seguridad laboral y cotidiana. ¿Será posible esta realidad de bienestar si en menos de quince meses van dos intentos, dos pruebas sin los resultados contra la inseguridad, sin resultados esperados, -es decir, la hipótesis de seguridad no alcanzada-,  por lo que es necesario otro cambio, otra prueba, otras condiciones en el experimento de seguridad?
Feyerabend de nuevo: “Basar los criterios en una práctica y dejar esta como está puede perpetuar para siempre las deficiencias de dicha práctica.”
(Ciencia en una Sociedad Libre,1978, p.23). Por lo que igual se pueden realizar todos los cambios posibles de personalidades a cargo de la seguridad en Michoacán. O también se puede cambiar la estrategia de mayor presión contra el crimen organizado que implica el legal uso de fuerza. Pero, observamos, continuamos hablando de fuerza, de violencia. Si bien es cierto que se justifica por los métodos que el crimen organizado emplea a través de la cohersión, ¿el estado debe continuar ese mismo método?
Me parece que lo interesante sería cambiar la mirada del problema y de los medios para lograr la modificación del actual estado de cosas en materia de seguridad. La línea que ha venido proponiendo el grupo de partidos políticos de izquierda, refuerzo estratégico en voz del exgoberandor de Michoacán y actual coordinador de Asuntos Internacionales del Gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, es indispensable: buscar la efectividad en el desarrollo social más allá de los convenios alimentarios.
El problema del desarrollo social no se queda en el hambre que tiene la gente ante la imposibilidad de la realización autonómica de proveerse. El trabajo continua siendo el medio eficaz para que cualquier ser humano experimente no sólo los beneficios de obtener el capital por el que intercambia sus satisfactores, sino la seguridad de ejercer lo que bien sabe hacer.
Oídos atentos y buena fe requiere el ejecutivo en los tres niveles para dejar el proyecto neoliberal que ahora retoma: entregar el destino del país a la iniciativa privada, antes de engrosar las responsabilidades del estado vía el desarrollo social.

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