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¿Por qué aceptó Reyna?

Columna política Mi Villano Favorito.

Por Toño Aguilera.-Michoacán pasó en estas últimas semanas por un trance político que resulta inédito para los tiempos recientes, pero que tiene sus antecedentes 19 años atrás, cuando los gobiernos priístas de entonces estuvieron inmersos en una vorágine de inestabilidad política, de pugnas y jaloneos de sus grupos internos, provocaron tres interinatos. La diferencia es que ahora, en un periodo de gobierno tan corto, el PRI no tuvo tiempo de cicatrizar las heridas internas y volvieron a aflorar las guerrillas intestinas, lo que volvió a provocar un espasmo político y social que por momentos rayó en la ingobernabilidad (aunque no lo quieran aceptar).

Desde su última etapa como alcalde de Morelia, ya era del conocimiento del mundillo periodístico que Fausto Vallejo padecía una enfermedad que le afectaba su quehacer diario, sin que se supiera qué tipo de padecimiento ni su gravedad. Durante la campaña del 2011, los candidatos adversarios al priísta utilizaron el tema de su enfermedad para restarle votos, con Cocoa haciendo uso de una campaña fuerte de crítica a dicha situación en redes sociales.

Sin embargo, Vallejo Figueroa se impuso en las urnas y concluyendo la campaña, se trasladó a la Ciudad de México a atenderse su misterioso padecimiento.

Ya desde entonces, en el PRI hacía diferentes cálculos: primero, previo a la elección de su candidato sabían que sólo Vallejo era garante de la unidad, que contaba con apoyo social y respaldo nacional, entonces Jesús Reyna decidió hacerse un lado, negociando con el candidato espacios en la administración, candidaturas para el 2012 y la Secretaría de Gobierno. Ya tenía los ojos puestos en la transición.

Vallejo cumplió sus compromisos y otorgó a Reyna García el segundo puesto a bordo y la mitad del gabinete, quedándose Fausto con los puestos clave: finanzas, la vocería, turismo, la política social y otros. Pero desde la oficina ubicada en el Bosque Cuauhtémoc se sentía fuerte la mano en la toma de decisiones de la agenda pública del gobernador.

Para contrarrestar de alguna manera la influencia del oriundo de Huetamo, Fausto invitó al empresario Guillermo Guzmán Fuentes a quien le inventó un puesto denominado “Jefe del Gabinete del Poder Ejecutivo”. Entonces se desató la guerra…

En muchas ocasiones las decisiones de Fausto chocaban con las de Reyna, por lo que el secretario de Gobierno optó por informarle al gobernador ya cuando las decisiones se habían tomado y estaban en marcha de cumplirse, entre ellas los desalojos de normalistas y otras. En otras ocasiones, Guzmán pasaba por alto a Reyna y tomaba decisiones que después no eran ni respaldadas ni se les daba seguimiento por la Secretaría de Gobierno.

Entonces, Guzmán decidió que Fausto gobernara a través del Twitter, y desde allí le mandaba mensajes a Reyna, quien optó por responderle desde dentro del gobierno.

La pugna se rompió hasta que la salud del gobernador no pudo más, y debido a ello el PRI no preparó escenarios para la época post Fausto, y los dejó en medio de una vorágine de pugnas, pataleos y sombrerazos.

En los cálculos de los grupos priístas valoraron las conveniencias o inconveniencias del arribo de Reyna García al interinato, ya que por más que se maneje que don Fausto estará ausente 90 días, lo cierto es que el interinato es hasta que finalice la presente administración.

Al interior de la bancada, el operador de Reyna García fue el maestro Galván y su principal opositor fue su ex alumno, Jaime Darío Oseguera, ahora alfil de la fe orihuelista, respaldado por la bancada del PAN.

Reyna también sopesó la decisión de asumir un interinato de tan sólo dos años, con la condición de no poder contender por la gubernatura de seis años. Se comenta que el huetamense negoció directamente con Vallejo su arribo al interinato a cambio de candidaturas para el 2015 y de que mantuviera intacto el gabinete, posición que respaldaron los vallejistas en el Congreso del Estado. Acuerdo que trató de ser torpedeado por los orihuelistas y por los tinoquistas, que se conjuntaron en el efímero “grupo Zitácuaro”. Asimismo, desde la Ciudad de México, los inoperantes operadores de Enrique Peña Nieto trataron también de evitar el arribo de Reyna a la gubernatura, pero el PRI local, dirigido por el ahora ex secretario de Gobierno, se encapsuló y evitó la operación del CEN en el proceso de designación del interinato.

Pero entonces, surge la pregunta: ¿por qué aceptó Reyna? ¿Por qué, en cierta manera, cedió Vallejo? De entrada, Reyna aceptó con el conocimiento de que Fausto ya no regresará a Casa de Gobierno, y que por ello sacrificó su ambición de la candidatura del periodo de 6 años; también aceptó porque con ello estará en condiciones de cerrarle el paso al grupo Zitácuaro, llámese Chon Orihuela o Víctor Tinoco Rubí; aceptó para conseguir posiciones para su grupo en el proceso electoral en el 2015; y porque ya perdió un proceso electoral en el 2007 y no piensa volver a arriesgarse, y porque a comparación de los otros perfiles del PRI, Jesús Reyna sabe negociar.

Para el PRI no son buenas noticias, pero para Michoacán si lo son, y en el interés general es mejor que le vaya bien a Michoacán y no al PRI.

Twitter: @gaaelico

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