Cuba es un país social y políticamente muy bien organizado, aunque en la dimensión occidental esto no se vea así’, opina José Luis García Sabrido.
El médico español José Luis García Sabrido, a quien se atribuye haber atendido a Fidel Castro y al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, descartó en una entrevista concedida al diario español El Mundo la posibilidad de inocular cáncer en un ser humano.
Poco antes de anunciar la muerte de Chávez, el pasado 5 de marzo, el actual presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que existían indicios de que la enfermedad del mandatario había sido provocada y anunció que serían investigados.
«Esto no tiene ningún sentido médico ni biológico», zanjó García Sabrido, de 67 años, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y uno de los más reconocidos especialistas en cáncer digestivo.
«La inoculación del cáncer se hace en los laboratorios y exige unos procedimientos extremadamente complejos. La inoculación del cáncer a un ser humano es algo tremendamente rayano en lo casi imposible, salvo intoxicaciones radioactivas, que son muy conocidas y que producen cáncer, pero no es el hecho que se ha comentado», explicó.
El Gobierno venezolano nunca ha especificado qué tipo de cáncer sufrió Chávez, el lugar exacto en el que estaba ubicado —más allá de decir que se encontraba en la zona pélvica— y los órganos que afectó.
García Sabrido aseguró que la enfermedad del mandatario no tuvo nada de particular en comparación con el resto de pacientes con cáncer.
«El presidente Chávez es un paciente que ha tenido un proceso oncológico y como tal, dependiendo de si es resistente o no a los tratamientos o las complicaciones, ha tenido la misma evolución que cualquier paciente oncológico. No veo diferencia respecto a otros», dijo.
Operando a presidentes
Según El Mundo, García Sabrido ha operado a personalidades como el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y al bailarín Antonio Gades. También a Fidel Castro y a Hugo Chávez, a quien habría salvado la vida en una intervención de urgencia en Cuba, en 2011.
El cirujano se niega a confirmar o desmentir los reportes. «Ni quiero ni estoy autorizado para divulgarlo», dijo en Valencia, donde esta semana participó en una jornada sobre el diagnóstico y tratamiento de la recaída en el cáncer de colon y recto, organizada por la Fundación del Hospital Provincial de Castellón y el CEU Universidad Cardenal Herrera.
«Mi única información respecto a pacientes, que pueden ser políticos, o desconocidos, o relevantes, es que no hay información», añadió.
García Sabrido rechazó versiones según las cuales el Gobierno cubano incluso le ha habilitado un avión privado para llevarlo de urgencia a La Habana cada vez que Fidel Castro lo necesite.
«Yo nunca he tenido ni creo que nadie en el mundo tenga esa disponibilidad. Lo que tenemos los médicos es la disponibilidad de atender a cualquier paciente, se llame como se llame, en cualquier parte que nos quieran consultar. Pero ese tipo de medios no están a disposición de nadie», afirmó.
Interrogado sobre si supone una presión especial operar a un presidente, respondió: «Uno tiene que enfrentarse a la enfermedad del paciente como si fuera cualquier paciente anónimo, es la mejor garantía del mejor resultado. Lo mejor es no dejarse envolver por la presión social, mediática que pueda haber».
A otra pregunta, sobre si rechazaría tratar a algún dirigente político por cuestiones ideológicas, respondió: «En absoluto. Ni por cuestiones ideológicas, ni por cualquier otra cuestión».
La larga vida de Fidel Castro
El Mundo indicó que la relación de García Sabrido con los hermanos Castro surgió a través del bailarín Antonio Gades, primero paciente y luego amigo del médico.
Gades era simpatizante del régimen de La Habana y amigo de Raúl Castro. Sus cenizas descansan en el Mausoleo del Segundo Frente oriental Frank País, en Santiago de Cuba.
«Con la familia Castro tengo una relación desde hace muchos años», reconoció García Sabrido. «Mi conocido e íntimo amigo Antonio (Gades) murió y pudimos trasladar sus cenizas a La Habana hace unos años. Mi relación con muchos cubanos, su medicina, sus cirujanos y su política data de mucho antes de estos acontecimientos».
El cirujano español intervino a Fidel Castro en 2006 tras graves complicaciones. Negó entonces que el dictador sufriera cáncer y recibió acusaciones de ocultar su verdadero estado de salud.
«El expresidente Castro no tuvo cáncer, lo dije hace muchos años y el tiempo ha confirmado este extremo», declaró García Sabrido.
«Él hace una vida, dentro de un supuesto retiro político, muy acorde a su edad. Está bien, lúcido, escribe, se reúne con políticos conocidos… Usted lo puede ver en las noticias», agregó.
En cuanto a la larga vida de Castro, 86 años, pese a los graves problemas de salud que ha enfrentado en los últimos años, el especialista afirmó: «Cuba es un país socialmente y políticamente muy bien organizado, aunque en la dimensión occidental esto no se vea así».
«En Cuba, la nutrición, el control de la sanidad, la elevadísima cultura que tiene la población, hace que sea un pueblo uniformemente sano e intelectualmente competente. Dicho sea esto, Cuba es un país pobre, pero lo que tiene lo tiene muy bien repartido y atendiendo a las prioridades, que son la salud, el conocimiento, la escolarización y la cultura. Esto hace que un pueblo viva sano y viva mucho», opinó.