(13-03-13) Ya son más de dos semanas desde la detención de Elba Esther Gordillo Morales en el aeropuerto de Toluca por parte de elementos de la PGR bajo los cargos de lavado de dinero y desvío de recursos federales entre otros más delitos.
El escándalo público sumió a la «maestra» Elba Esther en un estado depresivo como nunca se le había visto, la cárcel agobia a cualquiera, ahora si ni sus brujerías la pudieron librar de las cuentas pendientes con la justicia, sino con su mismo partido que la encumbró y ésta traicionó por doce años al dar apoyo a los panistas.
El pueblo mexicano aclamó con júbilo dicha acción así como la firmeza del actuar del Presidente Peña Nieto, varios analistas políticos vieron desde el nombramiento de Emilio Chuayfet Chemor como Secretario de Educación Pública, la primera señal de lo que sería el golpe político inaugural en la administración peñista, comparado con el «quiñazo» de Salinas solamente debido a la magnitud y poder del personaje detenido.
Hace una semana, el Presidente Enrique Peña Nieto anunciaba que, a pesar de tener fuero federal, cualquier funcionario público que tuviera cuentas pendientes con la justicia o que su conducta fuera totalmente reprensible, sería llamado a cuentas sin importar niveles ni calibres de dichos personajes. EL pueblo mexicano no cabía en su gusto y placer, ni más ni menos el «circo romano» se había transformado y reaparecía nuevamente corregido y aumentado, los circos mediáticos de Fox y Calderón quedaban en el olvido ante tales promesas y acciones, ahí está el caso de Gordillo Morales, presa ya en un penal femenil donde tienen atención médica para las internas, puesto que semejante situación le causa constantes «váguidos» que casi la hacen doblar y caer estrepitosamente al suelo.
Cuando se anuncia que tanto el ex marido, hijas, yernos, nietos, compadres, amigos y toda la gente que la ha rodeado desde hace años serían investigados por complicidad con la «maestra» en sus acciones ilícitas, el pueblo se enardeció aún más, el linchamiento mediático ganó altos niveles de seguimiento, esperando saber cifras , dineros , propiedades, acciones…en fin toda la verdad que durante años rodeó en un misterio a Elba Esther Gordillo Morales y su gran coto de poder.
Lo malo de todo esto es que tal como algunos lo predijeron, fue solamente una «cortinilla de humo» , pues de ahí en adelante, ni la famosa declaratoria del Presidente Peña Nieto para dar seguimiento ejecutorio contra líderes y funcionarios de negros manejos ni la PGR han ahondado en investigar, ni siquiera en seguir los casos de otros líderes sindicales corruptos que todo el país pide a gritos «paguen cuentas» , tales como CARLOS ROMERO DESCHAMPS y NAPOLEÓN GÓMEZ URRUTIA, este último refugiado en Canadá por «persecución política».
Estos dos líderes sindicales han sido «leales» al partido que los encumbró, el PRI, motivo por el cual, aunque Peña Nieto diga que «irán por los faltantes» éstos JAMAS SERAN TOCADOS, pues como ya lo dije, la lealtad priísta ha sido demostrada en más de una vez por este par de verdaderos PILLOS atracadores tanto del dinero público como del desvío y malversación de cuotas sindicales. Lo que los ha salvado de la prisión y caída, es ser los grandes operadores que el PRI aún necesita para tener poder, aún mueven una gran cantidad de masas y dinero que la PRI le favorece en demasiado, así que de ninguna manera se pudiera señalar que Peña Nieto tenga ganas de ir ahora contra los que le han «puesto la mesa» y han servido fielmente , como verdaderos lacayos a los intereses jurásicos priístas de toda la vida.