México, D. F., 13 de marzo del 2013.- La elección del argentino Jorge Mario Bergoglio, ungido nuevo dirigente de la Iglesia Católica, por la cercanía del idioma que comparten al menos 450 millones de fieles que existen en Latinoamérica, posibilitará a dicha congregación recuperar a los millones de creyentes que han abandonado o se han alejado de dicha congregación en los últimos años por diversos motivos.
Sin duda alguna, el autodenominado Papa Francisco I tendrá como principales e inmediatos retos atender las denuncias de abusos sexuales que quedaron pendientes durante el mandato de Benedicto XVII, entre ellos los cometidos en México a través de los Legionarios de Cristo.
Hortensia Aragón Castillo, Coordinadora Nacional de Foro Nuevo Sol-PRD, señaló que para que los fieles recuperen la confianza en un credo que en los últimos años ha dado de qué hablar más por sus escándalos que por sus aciertos para contrarrestar a las nuevas corrientes del catolicismo, el nuevo Papa debe dar muestras de querer edificar una iglesia más moderna, acorde con las reformas a la protección de los derechos humanos instrumentadas en las legislaturas de todo el mundo, a la vez que más humana y solidaria con los problemas económicos y sociales que aquejan sobre todo a los habitantes más pobres del orbe.
Alcanzar los niveles de fe que se tuvieron durante el papado de Juan Pablo II no será una tarea sencilla, pero se podrá lograr en esta nueva etapa siempre y cuando el Vaticano esté dispuesto a convertirse en un ente más transparente y abierto al escrutinio público de sus seguidores, que exigen a una Iglesia más cercana y comprometida con los problemas de los fieles.
Hortensia Aragón Castillo
Coordinadora Nacional
Foro Nuevo Sol-PRD