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Morelia, Mich., 08 de marzo del 2013.- (Por Gerardo Espinosa) Tras el intempestivo abandono de Fausto Vallejo del gobierno, para muchos trabajadores de confianza y de mandos medios y superiores más identificados con el grupo político de Vallejo, el arribo de Jesús Reyna al control total de la administración representa no sólo el arrinconamiento sino hasta la salida del gobierno mismo.
Ha trascendido que apenas se informó sobre la solicitud del mandatario de ausentarse hasta por 30 días del gobierno, los cabildeos e intrigas palaciegas se desataron en el gobierno estatal, en donde se están confrontando los bloques que representan por un lado Jesús Reyna y por el otro Guillermo Guzmán.
En ambos bloques se están situando los que desean apoderarse del control de la administración, y los más fieles a Vallejo Figueroa, quienes poco a poco están perdiendo influencia en el gobierno.
Inclusive muchos vallejistas están coqueteando con el encargado del despacho del Gobierno, entre los que destacan Julio César Hernández Granados y Roberto Monroy.
En esta reconfiguración de las fuerzas al interior del gobierno, la balanza se inclina por Reyna García su grupo, el cual ya está tomando decisiones de cambios en el gabinete.
Ha trascendido sobre la potencial salida del procurador Plácido Torres Pineda, así como la salida de Rodrigo Maldonado López, titular de la Secretaría de Política Social, éste último vallejista también abandona gobierno por cuestiones de salud.
En el ámbito de la comunicación, la guerra soterrada que mantenía Julio Hernández contra Lupita Santacruz, directora del SMRTV, ya estaría cobrando frutos, toda vez que el portavoz ya está cabildeando con algunos periodistas para ofertarles el cargo de la titular del Sistema Michoacano.
En muchas áreas, la entronización de Reyna García en el poder estatal, significa inestabilidad política y laboral, debido a la pretensión del secretario de Gobierno de tomar el control de las áreas políticas de la administración.
Por lo pronto, el temor cunde en diversas dependencias por la posible “desvallejización” del gobierno para que Reyna coloque a integrantes de su equipo.
