México, D.F., 1 de marzo del 2013.- El Plan energético que Enrique Peña Nieto presentó el día de ayer, con el cual se busca entregar a particulares áreas estratégicas para la explotación, distribución y almacenamiento de hidrocarburos, gas, electricidad y gasolinas, tiene la clara intención de allanar el camino a la privatización de dicho sector en nuestro país por medio de una reforma que busca relevar la rectoría del Estado mexicano en el aprovechamiento de los recursos que manejan Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, aseguró Hortensia Aragón Castillo, coordinadora nacional de Foro Nuevo Sol.
Para Aragón Castillo, dicha propuesta, que ya fue turnada a la Cámara de Senadores para su posible aprobación, es a todas luces un acto criminal que atenta contra los preceptos del plan de combate a la pobreza puesto en marcha a través de la Secretaría de Desarrollo Social para combatir el rezago en los municipios económicamente más atrasados del país, pues condenaría a los mexicanos a mayores niveles de carencias al pagar más por productos de mala calidad, entre ellos el suministro eléctrico que actualmente reciben.
Dijo que palomear un plan a todas luces atentatorio de la economía de la mayoría de los mexicanos, significaría no sólo la continuidad de la lesiva política energética decretada por Felipe Calderón, sino condenar a generaciones enteras a pagar los costos de un plan en el que los grandes grupos empresariales, por medio de la política de subsidios que se buscan retirar, volverán a ser los principales beneficiados.
“Resulta altamente peligroso para el país que Enrique Peña Nieto, haciendo futurismo político, comprometa de forma tan irresponsable un área tan sensible como la energética en momentos en que la economía mundial es incierta” .
La también vicepresidenta de la Mesa Directiva del Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática añadió:
“Más irresponsable sería que el Senado de la República aprobara una propuesta que rebasa los alcances del actual gobierno, y que en el juego transexenal que Peña Nieto busca imponer obligaría al próximo presidente a su cabal cumplimiento, independientemente de las afectaciones que los vaivenes de los mercados mundiales pudieran ocasionar en el plano doméstico”.
En suma, para Hortensia Aragón la Estrategia Nacional de Energía propuesta para los próximos 15 años es sesgada pues, entre otras cosas, no ofrece soluciones a los altos cobro que desde el pasado gobierno se vienen aplicando ilegalmente a millones de mexicanos que se encuentran en la disyuntiva de pagar la luz o comer, y deja en el olvido la promesa de campaña de Peña Nieto de construir más refinerías para contar con gasolinas más baratas y amigables con el medio ambiente.