México, D.F., 27 de febrero del 2013.- La detención y posible consignación de Esther Gordillo por el presunto delito de desvío de recursos de procedencia ilícita tiene claros tintes de venganza política por la reticencia de la llamada “profesora” a avalar la reforma educativa recientemente promulgada, pues de otra forma no se explica cómo la opulencia que en todo momento evidenció la lideresa de los maestros pudo pasar desapercibida para los gobiernos priistas y panista a los que sirvió.
Una vez que Enrique Peña Nieto ha sentado precedente y se ha decidido al fin a “mostrar el músculo” contra una persona como Gordillo, señalada por propios y extraños como la personificación misma de la corrupción en México, el siguiente paso que tiene que dar su gobierno debe ser cortar la cabeza de otros oscuros personajes señalados por décadas de cometer actos ilegales similares por los que ahora se acusa a la líder del SNTE, por ejemplo Carlos Romero Deschamps y Víctor Flores.
Hortensia Aragón Castillo, Coordinadora Nacional Foro Nuevo Sol-PRD declaró que no actuar de esa manera enviará a la opinión pública la señal clara que para el actual gobierno existen personajes “servibles” y otros que pueden ser sacrificados en la coyuntura para tratar de legitimar la supuesta política de combate a la corrupción que busca encabezar, y que en momentos en que crecen las críticas por una reforma que no ha dejado satisfechos a todos necesitaba de un buen golpe publicitario.
Al hacer a un lado a Elba Esther Gordillo del manejo de los hilos de la educación en México, Peña Nieto y las autoridades de la Secretaría de Educación Pública no tienen ya pretexto para comenzar a ofrecer resultados tangibles que permitan abatir los rezagos y carencias que mantienen a nuestro país en los últimos lugares de aprovechamiento entre los países miembros de la OCDE y a nivel mundial.
Una vez que Enrique Peña Nieto ha actuado a semejanza de lo que hizo en su momento contra Carlos Jonguitud Barrios el gobierno de su padrino político, Carlos Salinas de Gortari, lo importante será ver quién tomará el lugar de “tonto útil” que necesita el presidente para sacar sin contratiempos el que califica “el primer gran logro de su gobierno”.