Morelia, Mich, a 22 de febrero de 2013.- En México los adultos mayores carecen de políticas públicas e infraestructura adecuada para la atención de su salud y desarrollo, lo cual se deriva de que la tercera edad es vista cultural y socialmente como la etapa final de la vida y no como una edad de plenitud, fue la conclusión del Foro de Análisis sobre los derechos de los adultos mayores que se realizó en la Casa de Enlace Legislativo y Ciudadano del Senador Raúl Morón Orozco.
En este contexto, se informó a las organizaciones civiles, académicos y al presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que en próximas semanas el Senador Raúl Morón presentará al pleno del Senado de la República una iniciativa de ley para elevar a rango constitucional los derechos humanos de los adultos mayores.
A fin de enriquecer el proyecto de Ley, la Casa de Enlace Legislativo y Ciudadano del Senador convocó a organizaciones civiles y académicas para que se presentaran sus propuestas, desde el tema de la salud, la educación social para prepararse para la vejez, la protección jurídica y la pensión social universal.
Los temas fueron abordados por los ponentes invitados: el Mtro. José Ma. Cázares Solórzano, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el doctor Juan Murillo del Castillo, coordinador estatal del Programa de Envejecimiento de la Secretaría de Salud de Michoacán y por Cuauhtémoc Manuel de Dienheim Barriguete, académico y representante de las Organizaciones de la Sociedad Civil, moderados por Julisa Suárez, asesora del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Senadores.
En su oportunidad, Juan Murillo del Castillo, coordinador estatal del programa de envejecimiento de la Secretaría de Salud, destacó que en el estado de Michoacán, datos del INEGI reportan que el 10.2 por ciento de la población cuenta con 60 años de edad o más, lo que contrasta con el 9 por ciento que representan los adultos mayores a nivel nacional, marcando una tendencia social de crecimiento de la población de la tercera edad. El INEGI también reporta que en el 2010 de se contaba con una población en el país de 10.1 millones de personas con 60 años y más, pero la proyección para el año 2050 es que habrá 40.4 millones de personas de la tercera edad.
Al dar a conocer los datos de la Encuesta “Salud, Alimentación y envejecimiento” en el estado de Michoacán, Juan Murillo del Castillo destacó que los principales padecimientos de nuestros adultos mayores son: enfermedades del corazón, obesidad con desnutrición, tumores (Cáncer de próstata, mama, matriz, pulmonar), accidentes vasculares y cerebrales, entre otros.
Detalló que en Michoacán las personas de la tercera edad enfrentan problemas de acceso a la educación ya que la mayoría de las personas de 60 años y más en Michoacán que viven en el sector rural sufren de analfabetismo, y lamentó la falta de oportunidades en este ámbito debido a que si se tuviera una población más preparada tendrían mejor alimentación y más calidad de vida al envejecer.
Otra problemática que enfrentan nuestros adultos mayores es que en Michoacán se carecen de instituciones -como Hospitales, Escuelas y otros- con especialidad en geriatría, así como la falta de capacitación del personal del sector salud para brindar el servicio a los adultos mayores.
Ello incide en el bajo nivel de servicio a las personas de la tercera edad, por lo que el funcionario estatal urgió a implementar esquemas de capacitación y sensibilización de todos los niveles de gobierno para incrementar la calidad de vida generaciones futuras.
Por su parte, el Mtro. José María Cázares Solórzano, Presidente Estatal de la Comisión de Derechos Humanos, llamó a dignificar la vejez, para que el adulto mayor sea responsable de sí mismo, solo así será digno y autosuficiente. Destacó que la concreción de una nueva Ley debe ir acompañada de una cultura de respeto a la población de la tercera edad.
Detalló que la cultura del respeto a la vejez es intrínseca a la cultura en México, y ejemplificó que los aztecas le rendían culto a la vejez, al tener una función primordial el consejo de ancianos, replicado en mayas y purépechas, asimismo los jóvenes nahualt, los purépechas, y los mayas hacían reverencia a los ancianos y los trataban con dignidad, respeto y amor.
Sin embargo en el México contemporáneo, las políticas públicas de atención a los no han tenido efecto necesario para atender a los adultos mayores y el estado no cumple con sus obligaciones, como es brindar la pensión universal, además de que en temas de salud somos un país enfermo, y somos un país no educado.
El ombudsman llamó la atención para comenzar los procesos de educación para la vida plena en la vejez desde los 20 o 30 años, aprendiendo de nuestros adultos mayores, dejando de ser inmediatistas. “Hagamos nuestros propios esfuerzos para vivir en armonía”, destacó Cázares Solórzano.
Al exponer su ponencia, el Mtro. Cuauhtémoc Manuel de Dienheim Barriguete, académico y representante de las Organizaciones de la Sociedad Civil Organizada, destacó que en nuestro país se carece de un tratado para las personas de la tercera edad, y que apenas se está preparando la ONU la cual tiene una comisión ocupándose del tema, pero que en nuestro país se ha retrasado, y apenas los estamos visualizando como un problema que no lo era hace años.
“En la década de los 60 teníamos 35 millones de habitantes y las personas mayores de 60 años eran 2 millones, en el 2050 el 25% de la población será mayor de 60 años. En el 2007 se proponía la pensión universal, la protección de la vejez, y prepararnos para la vida digna, desde entonces el tema no se ha resuelto”.
Al referirse al tema de las pensiones, de Dienheim Barriguete destacó que el origen del problema no son las personas mayores, sino que se trata de una falta de visión del estado, el cual no administra los recursos a tiempo.
“En Europa el problema es de las pensiones, España reduce las pensiones y servicios de seguridad social, sin embargo el tema es inevitable e irreversible, ya que todos seremos viejos, a todos nos va pasar. Pero ¿cómo vamos a enfrentar esa vejez?, hay que cambiar los esquemas de planeación desde ahora”, destacó.
En el ámbito económico, México debe cambiar su modelo para enfrentar el envejecimiento poblacional, ya que en la actualidad los recursos del país dependen de las remesas, pero los inmigrantes al envejecer, las remesas disminuirán.
En el ámbito socio-cultural, destacó que en los años 60 los viejos tenían un número considerable de hijos los cuales aseguraban la manutención y atención de los padres. Sin embargo desde la década de los 70, con los avances de la ciencia se alargo el promedio de vida, y la implementación del control de natalidad, el número de hijos fue reduciendo lo cual complica la atención de la vejez de los padres.
Destacó que en la actualidad no existe un tratado internacional, ya que al abordar la cuestión de los adultos mayores se habla de discriminación por edad, por discapacidad, además de que los que más sufren son las personas de los estratos sociales más bajos, pues no pueden acceder a los servicios de cuidado y salud, por lo que la cultura de atención a la tercera edad debe de modificarse.
“Nadie nace viejo, todos vamos para allá, pero ¿cómo vamos a afrontar eso?, si no atacamos los problemas en niños, jóvenes y adultos vamos a tener un problema grave con adultos mayores, no es la cantidad es la calidad de vida”.
Alertó que si no se aborda desde ahora, el tema de las pensiones será un problema, y se debe de pensar en pensión desligada del trabajo, bajo el esquema de una pensión universal: “esto es como una bola de nieve, el estado debe prever, vamos a tener viejos pobres porque no establecimos un adecuado sistema de cotizaciones. El estado tiene una responsabilidad con sus viejos”, enfatizó Cuauhtémoc Manuel de Dienheim.
Entre las conclusiones del foro, que servirán para fortalecer la iniciativa que presentará el Senador Raúl Morón, es la búsqueda de esquemas para darle efectividad a las reformas, como es el principio de independencia, además de fomentar el acceso a tener empleos después de jubilados, la posibilidad de elegir el retiro, fomentar participación en el diseño de las políticas públicas para la atención y desarrollo de la tercera edad, plantearse como país una perspectiva de envejecimiento, y preparar a la ciudadana para ello, económica, física, y psicológicamente.