(19-02-13.- Por Manuel Lozada .- La abrupta aparición en el primer cuadro del centro histórico de Morelia de «viene viene,» franeleros y lavacarros tiene en jaque a las autoridades municipales debido al desmedido abuso que cometen dichos trabajadores de la calle en contra de automiovilistas. El centro histórico está totalmente secuestrado por «empresarios de estacionamiento y estética automotriz» mejor conocidos como franeleros lavacarros.
Desde varias dédacadas atrás, el servicio de lavacoches callejero era ejercido en poca escala, en algún determinado lugar o plaza cercana a alguna fuente, de donde los lavacoches ejercían su oficio; lugares como «Las Rosas» , «La Soterraña» o «Plaza de Armas» eran lugares donde se ofrecía en la vía publica este servicio. Actualmente, ante la grave crisis laboral, el escaso flujo de dinero e imperante carestía, el número de lavacarros, viene vienes y franeleros se ha incrrementado de manera desmedida, causando problemas tanto para automovilistas como vecinos que viven en la zona del Centro Histórico, debido principalmente a sus actividades; difícilmente los automovilistas logran encontrar un espacio dónde estacionarse en el centro, cuando logran encontrar uno, resulta que hay un bote de plastico «reservando el lugar» , el «franelero» auxilia a que el chofer se acomode, claro está, para que cuando se retires del lugar, le pague por sus servicios. Esto es sinónimo de pago de piso literalmente.
Otro problema que ha causado el que las autoridades regulen actividades «comerciales» es la venta en la vía publica de mascotas. Desde hace más de 30 años, cuando aún existía el tianguis de Servicentro, allá en las actuales instalaciones del centro comercial del pelícano, la venta de perros, gatos y peces era parte importante del mismo, sin emabrgo, en tiempos actuales, cuando ese tianguis se mudó ya hace algunos años a la zona comercial frente al Centro de Convenciones, se ha tornado en una mafia literalmente, pues abundan los defraudadores que venden animales de supuestas razas, los cuales al crecer todo parecen menos lo que el cliente adquirió, aunado a ésto, el número de «empresarios» ha ido en incremento desmedido, motivo por el cual las autridades municipales han tenido que aplicar operativos para erradicar tanto el abuso y engaño en la venta de animales «cruzados» como en el secuestro literal de la banqueta y calle de esa zona.
En el Mercado Independencia también existen focos de alarma en el comercio de especies animales, aqui se puede encontrar desde un Loro Huasteco, hasta un Loro Gris, especies en peligro de extinción, por tanto, está prohibido su comercio pues es delito del orden Federal. Se han visto especies exóticas, las cuales ya son criadas de manera casera por sus vendedores; sería un factor muy importante para las autoridades municipales, estatales y federales el considerar el control en este rubro.
Estas acciones son derivadas de un hecho tangible: la falta de empleo real y bien remunerado; cuando las personas encuentran un trabajo digno con paga justa, o se tiene una actividad comercial donde hay forma y manera de tener ventas, las personas realizán sus actividades dentro del esquema de la normalidad, sin embargo, ante la carente situación económica, la gente se vale de cualquier modo para hacerse vivir, pues diariamente se come. Aqui es donde la atoridad debe de tener ese sentido común para poder erradicar de manera efectiva el comercio irregular y calllejero, mientras siga habiendo necesidades sin cubrirse adecuadamente, las personas buscarán la forma de encontar los satisfactores económicos necesarios para ellos y sus familias. Desafortunadamente, el panorama que se vislumbra en Michoacán dista mucho en ser el óptimo para brindar garantias laborales adecuadas a la actualidad situación social.