Morelia, Mich., 14 de febrero del 2013.- El Gobernador del Estado de Michoacán Fausto Vallejo Figueroa, mencionó durante su Primer Informe de Gobierno que se seguirá manteniendo la política de austeridad durante su mandato, teniendo descuentos en los salarios de todos los funcionarios de su gabinete, ahorrar combustibles, utensilios, recursos materiales así como dejar de emplear a trabajadores de contrato.
Dicho «plan de austeridad» dista mucho de serlo, pues mientras han estado despidiendo a personal de contrato en todas las dependencias gubernamentales, han estado integrando a personal priísta, que estuvo apoyando en la campaña de Vallejo Figueroa, de manera discreta. Igualmente, en poco o nada sirve el despido de personal de contrato, pues dicho personal es quien realmente realiza las funciones laborales necesarias para que las diversas oficinas gubernamentales funcionen de manera decente.
Un verdadero plan de austeridad, no solo implica el dejar de comprar recursos materiales, enseres de papelería o presindir de empleados de contrato, pues se tiene el pago por «caja chica» o nómina secreta, además de que el Gobierno de Michoacán sigue manteniendo a un mounstro insasiable que se llama STASPE, el cual alberga en su filas a una gran cantidad de personal basificado totalmente ineficiente, carente de diligencia laboral, quienes van a calentar una silla de manera literal, leer revistas, periódicos o novelas, vender diversos productos o artículos dentro de las instalaciones oficiales. Lo peor de todo, es que la operatividad y funcionalidad de los distintos sectores y oficinas gubernamentales michoacanas, están repletas de pesonal que «detesta» trabajar, pierde el tiempo jugando con la computadora diversos «jueguitos electrónicos», salen a cada rato a la tienda, a comprar tortas y lonches, o siplemente platicando con los compañeros de oficina.
Este tipo de personal es donde existe la principal fuga de recursos económicos del Gobierno del Estado de Michoacán, en meses pasados el STASPE pidió un incremento al salario y prestaciones para sus integrantes, hasta llegaron a amenazar con una huelga general. Veamos hasta dónde este sindicato tiene «secuetrado» al ejecutivo estatal; lo mejor sería que el Gobernador viera la posibilidad de prescindir de los servicios de tantos sindicalizados quienes viven a costillas del recurso estatal. Cabe señalar que no todo en el STASPE es malo, existen integrantes valiosos, dignos de sus funciones y cargos, los cuales son reconocidos por su arduo trabajo y diligencia en sus funciones, lo malo es que son muy pocos quienes tienen esta actitud laboral. Si realmente Fausto Vallejo quiere disminuir el gasto excesivo, debe cortar personal sindicalizado «parásito».