Las acciones así como los hechos terminan por mostrar tarde que temprano a sus hacedores tal cual son, así sucede actualmente con la ex procuradora de la nación Marisela Morales Ibáñez, quien desde su salida del cargo, se mantiene a la sombra y al margen de los medios de comunicación. El motivo, es lógico: evitar ser cuestionada de una serie de acciones violatorias que cayeron simplemente en el rubro del abuso del poder y el ejercicio excesivo de la fuerza con todo lo que conlleva intrínsecamente.
Desde hace dos días, Tomás Yárington, ex gbernador de Tamulipas, ha decidido demandar a Marisela Morales a través de su abogado, el Lic. Marco Tulio Ruiz, por obviadas razones, una persecución librada en su contra como presunto delincuente donde se incluye también a sus amigos y ex colaboradores, varios de los cuales fueron presentados en diversos medios de comunicación nacional, como presuntos delincuentes al mando de Yarrington, ante las autoridades como supuestos delincuentes.
Las cuentas le serán cobradas no nadarás a Marisela Morales, ésas le pueden ser aplicadas también a Genaro García Luna, éste con más razón, ya que el tema de Cassez está más que «caliente». En la opinión pública amén de los juicios de amparo que se lleven a cabo con la prueba toral del caso Cassez, seguramente varios más podrán obtener su libertad por su actuar, delincuentes o no, serán libres seguramente, pues ahora no le queda de otra a la SCJN que aplicar el «racero» de manera pareja.
Sin duda alguna, Marisela Morales tendrá que dar cuentas de un sinfín de acciones que estuvieron ilegalmente ejecutadas, las cuales fueron avaladas o en su caso ordenadas por ella misma seguramente, quedando bajo el esquema de «no importan los medios, solo los resultados» nadarás que aquí en México, la ley se tiene que respetar, de otro modo se cae en el esquema del autoritarismo faccioso como lo fue el calderonismo. Como nunca, México vivió un imperio de terror, no por los grupos delictivos, sino por el abuso de la fuerza por parte de la PFP y militares.
Las informaciones extraoficiales que se tienen sobre un supuesto cargo como embajadora mexicana son fuertes, nada más lamentable que darle un premio a una gran represora y violadora de los derechos humanos. Esperemos que la acción de la justicia pueda actuar antes que morales Ibañez goce de «fuero diplomático» pues serían seis años que la copartícipe de la violencia ejercida por el sistema calderonista, estaría fuera del país, gozando tranquilamente de una inmunidad que al paso de los años, pudiera hacer olvidar o aminorar el dolor de sus hechos. Sería bueno que el Lic. Peña Nieto pensara dos veces o tres, si es necesario, este punto; sería un grave error tener en su gabinete diplomático a una gran criminal como lo es Marisela Morales Ibáñez, ex procuradora de la República.