Por Manuel Lozada.- El desarrollo habitacional que desde hace 20 años se ha ido icrementando en Sta. María de Guido y los lugares cercanos, cada día están dando más de qué hablar y poco a poco se van destapando todos aquellos actos y hechos que en su momento, el anonimato, el poder y tráfico de influencias hicieron personajes y funcionarios de la localidad en la completa impunidad, pensando el dejar pasar el tiempo y con éste los secretos de sus actos. Tal es el caso del ahora escabroso tema de la calle Francisco Alday, en Sta. María, la cual lleva un poco más de 15 años bloqueada por los propios vecinos y casualmente es la calle donde vive el Procurador del Estado Plácido Torres Pineda.
Dicho tema salió a relucir en una reunión sostenida por las autoridades del municipio de Morelia, en noviembre pasado con los directores de las universidades privadas que se encuentran en la zona de Sta. María y Altozano para encontrar soluciones y estrategias conjuntas para mejorar el flujo vehicular, el Presidente Municipal Wilfrido Lázaro Medina hasta hace unos días retomó el acercamiento con este grupo educativo para pactar un horario diferente de sus funciones en aras de mejora en el asunto del tráfico automotriz que tanto desquicia a la ciudadanía al tener que hubicarse o moverse a esta zona.
Iván Castorena Calvillo, del Tecnológico de Monterrey, preguntó en su momento la razón de estar cerrada dicha arteria vehicular, Francisco Lara Medina Secretario Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente, respondió que se trataba de un caso muy especial y complicado, porque habitaba en esa calle un personaje de la vida pública domiciliado en esa calle, sin embargo se comprometió a hacer lo necesario para reabrir dicha calle a la brevedad.
Varios casos, como éste hoy mostrado, implican influencias del gobierno municipal y estatal en conjunto con empresarios michoacanos para solventar intereses económicos y políticos, caso concreto también el asunto del terreno fraccionado por la empresa constructora Mesoamérica, en un predio que al parecer no es de su propiedad y se vendió casi en su totalidad a incautos compradores que fueron víctimas de un fraude por parte de la empresa y los «socios » políticos de ellos, donde hay nombres desde Salvador López Orduña -iniciador del fraude y despojo- en conjunto con allegados en su administración panista, Juan Luis Calderón, varios «empresarios» morelianos y nacionales y hasta Fausto Vallejo cuando fue alcalde de la ciudad al solapar y validar semejante despojo. Dentro de los terrenos «perenecientes» a Altozano, donde ya se encuentran casas construidas y pasa el campo de golf de dicho fraccionamiento, el área colindante con Mesoamérica, la cual tiene una barda de por medio, es propiedad también de los que se dicen dueños originales y legítimos de dichas tierras compradas hace más de dieciocho años entre un grupo de personas que compraron como pequeña propiedad. Este desarrollo de Altozano, propiedad aparentemente de Francisco Medina, tiene muchas irregularidades, historias de despojo y abusos que muy pronto, seguramente, se irán sabiendo y dando a conocer por los medios informativos, no todos, porque sus dueños también están como «accionistas» de la «empesa» , seguramente serán pocos, los que no tienen compromiso alguno con los «ricos empresarios» que controlan la ciudad, el Estado y sus gobiernos. Mientras tanto, si a usted amable lector le ofrecen terrenos en venta en Altozano y Mesoamérica o en la loma de El Durazno, infórmese primero, puede ser víctima de una estafa de gran escala.
Por cierto, quienes ya son «dueños» de terrenos en Mesoamérica, se les ha estado pidiendo cooperación para construir la barda perimetral, eviten pagar dicha cuota, pues su dinero solo irá a parar a las bolsas de los hechores del fraude y usted nunca verá barda alguna. Sobre advertencia, no hay engaño.