Por Gerardo Espinosa.- En un contexto estatal en donde más de 160 mil niños, entre los 5 y 17 años laboran, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que existen vínculos entre la explotación laboral infantil y futuros patrones relacionados con actividades delictivas o que motiven a la migración cuando lleguen a ser adultos. “Cuando un niño enfrenta condiciones tan duras, con exposición a situaciones de violencia y peligro, además de tener acceso a machetes y otras herramientas, no puede desvincularse de estos patrones y de estos ambientes cuando llega a ser adulto”, señaló Mónica Falcón, representante de la OIT.
Según datos del Inegi, señalan que en Michoacán los niños presentan condiciones de explotación laboral, además de que más de la mitad de los menores que laboran en algún sector productivo no asisten a la escuela.
Asimismo, Michoacán es el primer estado en el país donde niñas y mujeres jóvenes realizan quehacer doméstico y que no asisten a clases. Igualmente, el Inegi reporta que un total de 126 mil 500 hogares en el estado tienen niños que apoyan en la economía familiar. En el estado 55 mil 900 pequeños aportan dinero en el hogar y los casi 100 mil restantes realizan labores no remuneradas.
En este contexto la OIT tiene contabilizados a 3 millones de niños que se ven obligados a laborar por diversas razones; de ellos más de 160 mil lo hacen en la entidad.
“Muchos están en las peores formas del trabajo infantil con situaciones de riesgo para su vida, expuestos a factores y agentes que los pueden dañar”, destacó la representante de la OIT. agregó que el 14.3 por ciento de toda la población infantil en México, se ve obligada a trabajar, muchos como apoyo a sus familias y otros casos, sin que se tengan datos recientes, porque se ven obligados a hacerlo.
La encargada en México para la implementación de programas preventivos para abatir las condiciones de explotación infantil, destacó que en sectores como la agricultura o la minería, es donde más situaciones de riesgo presentan los menores que laboran, tanto por las circunstancias en la que lo hacen, su contacto con herramientas que les pueden generar daños, además de los riesgos que implican los gases o fertilizantes con los que entran en contacto.
Estas circunstancias, señaló Mónica Falcón, implica que los niños asuman personalidades que se adapten a sus condiciones de vida, repitiendo ya como adultos patrones de violencia, además que los podría empujar a vincularse con actividades delictivas o incitarlos a la migración.
Otro elemento que calificó como grave es la insensibilidad social, y detalló que la OIT hizo pública una encuesta sobre la percepción de las personas en el país sobre el trabajo infantil, y detalló algunos resultados: “cuatro de cada 10 personas en México están de acuerdo con el trabajo infantil. Al hacer la pregunta por etapas de la infancia se encontró que el 68 por ciento aprueba que adolescentes entre 14 y 17 años trabajen mientras que el 23 por ciento que lo hagan las personas menores de 14 años. Las personas que están de acuerdo con que los adolescentes laboren consideran que el trabajo es formativo o que tienen la madurez o la capacidad física necesaria para desempeñar un trabajo”.
Campamentos de niños jornaleros
Por su parte, el presidente de la Comisión Estatal de los Derecho Humanos, José María Cázares Solórzano, alertó sobre el incremento de las condiciones “infrahumanas” en las que trabajan los niños en Michoacán, principalmente en las zonas agrícolas.
“Por desgracia se ve que no ha mejorado la situación, sabemos de las condiciones infrahumanas porque hemos estado ahí, hacinados en un cuarto de cuarto por cuatro más de 25 gentes, me parece inadecuado y eso los que cuentan con piso de cemento, la mayoría no tienen eso, los niños desde los ocho años se incorporan al trabajo laboral desde las seis de la mañana hasta las 12 de la noche, me parece infrahumano” insistió el ombudsman.
Detalló que el último año la CEDH ha recibido 11 quejas por conceptos de discriminación y hostigamiento laboral; expresó además que debido a las malas condiciones en las que laboran los infantes se llegan a presentar de uno a dos decesos por cada temporada.
Asimismo, destacó que en el caso de los jornaleros agrícolas de Huetamo, que se dedican a la cosecha de melón, existen al menos ocho campamentos en donde se tiene contabilizados de 80 a 100 niños que trabajan en labores del campo con horarios superiores a las 12 horas por jornal, y donde reciben un salario diario de 80 pesos. En el estado se tiene un registro de 16 campamentos aproximadamente, principalmente en la zona de Los Reyes, Huetamo y Tierra Caliente. Agregó que hay mucha gente de Guerrero que incluso no habla español.