Por Ignacio Martínez .-
Recuerdo de niño tener la oportunidad de poder jugar futbol en la calle donde vivía por las tardes una vez que habíamos concluidos nuestras tareas junto con mis hermanos, por la noche teníamos también la oportunidad de convivir toda la familia completa, papa, mama y mis hermanos, aunque para ser franco no solo era el momento de la cena, el momento de la unión familiar, sino que también lo podíamos hacer sin mayor problema en el desayuno, almuerzo, comida y merienda, todo eso…
Mi trabajo era estudiar en la escuela por la mañana y por la tarde, porque en la tarde también había clase, talleres donde aprendía electricidad, peluquería, carpintería, herrería y hasta sastrería. Nunca podía haber visto ha algún maestro faltar a sus clases por la reivindicación de sus luchas sindicales, los maestros se dedicaban a enseñar, recuerdo a mi maestra Constancia en primero y segundo año, a mi padre el Maestro Jesús Martínez en el tercer año, al maestro Laercio Carbajal en el cuarto año, a la maestra Josefina Hernández Pacheco en el quinto año y al maestro Leopoldo Rodríguez Calderón en el sexto año, los recuerdo perfectamente a todos mis MAESTROS.
Juntos mis padres y mis Maestros me enseñaban valores como:
Honestidad ye me decían que era la Calidad humana que determina a la persona actuar en verdad y justicia, expresa respeto por uno mismo y por los demás.
Tolerancia: La Virtud que se adquiere como proceso de aceptar la igualdad de derechos humanos respetando las diferencias para mantener mejores relaciones personales.
Justicia: Donde reconocemos los derechos y distribuimos con criterio de equidad los recursos públicos.
Pertenencia: Al considerar cada uno de los miembros la Corporación como propia y por lo tanto asumir y afrontar sus éxitos y adversidades como un compromiso personal de satisfacción y mejora continua. La Pertenencia no se razona, se siente.
Solidaridad: Trabajar en equipo en un ambiente de respeto y colaboración, asociados por la protección del medio ambiente, la Solidaridad es una característica de la sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a sus semejantes y a la cooperación con ellos.
Lealtad: El compromiso implícito de actuación solidaria y comprometida en la búsqueda de objetivos comunes, que conllevan a vivir en armonía con el medio ambiente.
Sinceridad: La Sinceridad es un valor que caracteriza a las personas por la actitud congruente que mantienen en todo momento, basada en la veracidad de sus palabras y acciones.
Humildad: que es aceptar las cualidades con las que nacemos o desarrollamos, desde el cuerpo hasta las posesiones más preciadas. Por tanto, debemos utilizar estos recursos de forma valiente y benevolente. Ser humilde es dejar hacer y dejar ser, si aprendemos a eliminar la arrogancia, reconocemos las capacidades físicas, intelectuales y emocionales de los demás.
Responsabilidad: La responsabilidad es un valor, porque gracias a ella podemos convivir en sociedad de una manera pacífica y equitativa.
Respeto: Es el reconocimiento del valor inherente y de los derechos innatos de individuos y de la sociedad.
Algo tan simple lo que significan cada una de las palabras, me siento el día de hoy orgulloso por no haber olvidado eso que me enseñaron mis padres y mis maestros y me pregunto cuando informo de desorden, de falta de respeto, de asaltos continuos, de asesinatos, de secuestros, de mentiras , que los demás no tuvieron en su educación el convivir con la palabra valores de manera cotidiana en su niñez?
Sigo sin embargo confiando en la gente, en mi equipo de trabajo, obviamente en mi familia, la vida te proporciona lecciones diariamente de las cuales se tiene que aprender de una manera constante y tratar de sacar lo bueno de lo negativo que te suceda.