Por Gerardo Espinosa.- La capital del estado sufre la asfixia diaria de sus arterias debido a la falta de programas adecuados para desahogar la presión vial que se viven ya sea por las horas pico o por las constantes marchas que padece. Cada día, alrededor de 700 mil personas se trasladan a diferentes puntos de la ciudad para trabajar, para estudiar, para adquirir bienes y servicios y hasta para divertirse, y al desplazarse lo hacen mediante medios de transporte que en la mayor parte de las veces se ven rebasados, con vialidades que se saturan y que no sólo genera problemas viales y de tráfico, sino que disminuye la calidad de vida de sus habitantes, además de fomentar problemas de salud y desintegración familiar.
Ante ello la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente del estado analiza la implementación de estrategias y esquemas de movilidad urbana, mediante la implementación de proyectos de ciudades sustentables, que permitan un desarrollo urbano que fomente la convivencia familiar y social, y que se pueda dotar a todos los habitantes de servicios de calidad y de manera sustentable, destacó el titular de SUMA, Mauro Ramón Ballesteros Figueroa.
Entre las propuestas para iniciar con un proyecto de sustentabilidad en Morelia, el funcionario señaló mejoras al abasto, los servicios, el agua potable, y posibilidades de viabilidad y movilidad para la población de la capital, en donde se piensa proponer hasta la implementación de un tren ligero que cubra los cuatro puntos cardinales de la zona metropolitana de la capital.
Este proyecto refiere acerca del uso de ecotecnologías en la vivienda, acciones para la mitigación de la pobreza, así como la necesidad de planeación de ciudades sustentables, en las que el desarrollo de estas tenga como objeto principal, la creación de comunidades más sanas económica, política y socialmente.
Otro esquema es consolidar el Sistema Estatal de Planeación del Desarrollo Urbano de Michoacán, a través de su formulación y actualización, es una prioridad para este 2013.
Ballesteros Figueroa destacó que el Plan de Desarrollo Integral del Estado 2012-2015, establece en su eje rector “Desarrollo para todos y equidad entre regiones”, el impulsar la implementación del ordenamiento territorial urbano y rural para favorecer el desarrollo estratégico del estado.
Asimismo enfatizó, que los instrumentos de planeación urbana y ambiental inciden sobre la ordenación y regulación de las ciudades, mediante el control del uso y destino del suelo, y añadió que en este sentido, Michoacán cuenta con instrumentos rectores como, el Programa de Ordenamiento Ecológico Estatal (que es una guía para la adopción de políticas orientadas al manejo sustentable de los recursos naturales) y el Programa Estatal de Desarrollo Urbano 2009-2030.
El titular de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, hizo notar que actualmente más del 83 por ciento de la superficie estatal cuenta con un Ordenamiento Ecológico.
De la misma manera, precisó que se tiene elaborado el Programa Regional de Desarrollo Urbano Lerma-Chapala, que al igual que en el Programa Estatal incide en acciones de política en las ciudades.
Dicho programa toma como base un sistema regional de localidades para el ordenamiento del territorio urbano y la consolidación del Sistema Estatal de Planeación del Desarrollo Urbano, como herramienta indispensable para tal fin.
“En Michoacán se presenta cada vez más el problema de los fraccionamientos y desarrollos habitacionales en los márgenes de las ciudades, lo cual, debido a los largos tiempos de traslados de sus usuarios, limita la convivencia familiar, así como el rendimiento laboral; provocando finalmente el abandono de viviendas”, resaltó.
Una ciudad sustentable permite a las generaciones futuras tener habitabilidad y calidad de vida, y es un proyecto que se debe de conservar para las generaciones que vienen con abasto, con servicios, con agua potable, con posibilidades de viabilidad y movilidad, es decir que garantice una calidad de vida aceptable.
Morelia ha tenido un crecimiento muy peculiar, ya que ha crecido en los últimos 20 años con un incremento de la población de un 10 a un 15%, pero la mancha se ha multiplicado y ha crecido exponencialmente, y en cambio la densidad poblacional se ha reducido, por lo que los criterios de la sustentabilidad buscan una redensificación.
“En la década del 90 se tienen registros de que la población de Morelia era de 550 mil personas, pero en el 2010 se tiene registros de que en la zona metropolitana anda por el orden de los 850 mil habitantes según datos de INEGI. En la década del 90 había registradas unas dos mil hectáreas en la zona urbana, y en el 2010 tenemos 20 mil hectáreas de mancha urbana. La explosión de la zona urbana es impresionante en Morelia como en muchas ciudades del país”.
El funcionario destacó que las ciudades sustentables implican que nosotros impulsemos el proceso para una redensificación de las ciudades, para que sea una densidad que vaya de acuerdo a la demanda de servicios que le debemos de incorporar a una ciudad, y que los programas de desarrollo de los centros de población estén identificados en una proporción aceptable entre la densidad, la calidad de vida y los servicios. Además, le podemos agregar que dentro de los servicios, le incorporemos criterios de calidad de vida, como son los DUIS (Desarrollos Urbanos Integrales Sustentables) que es un tema que implica que los desarrollos urbanos que estemos creando en ciudades como Morelia, tengan todos los elementos de la vida social estén cerca de los sitios de vivienda: que la escuela esté cerca, que la fuente de trabajo esté cerca, el abasto también, esto a fin de no generar grandes desplazamientos que tengan que atravesar de un lado para el otro de la ciudad para ir a su trabajo, y eso disminuye su calidad de vida.
“Tenemos el ejemplo de los centros de viviendas de Tarímbaro, donde las familias salen a las 7 u 8 de la mañana y regresan hasta las 8 de la noche. Tarímbaro es el municipio de Michoacán que más ha crecido, lo hace a una tasa del 4.75 por ciento anual, incluso por encima de la media nacional, el problema es que quienes viven ahí y trabajan en Morelia prácticamente usan su casa para pernoctar, esto debido a las distancias y a las deficiencias del transporte, lo que resta calidad de vida a esos habitantes”.
Datos de investigaciones de la propia SUMA señalan que se tiene una “invasión” de más de 200 mil morelianos a áreas federales, estatales y municipales, ya sea derechos de vía, reserva territorial, área natural protegida, en los municipios de Tarímbaro, Alvaro Obregón, Charo y Zinapécuaro, lo cual es el principal foco rojo en la entidad.
La capital del estado, con una población flotante de un millón de habitantes, ya rebasó sus límites político-administrativos, toda vez que la falta de planeación urbana y habitacional, el interés económico, la corrupción y la sobreexplotación de la tierra agrícola.
Cabe destacar que en Tarímbaro de 25 de los 35 ejidos del municipio fueron vendidos para desarrollos habitacionales, convirtiéndose unas 200 hectáreas agrícolas en fraccionamientos. Desde hace más de cinco años, Tarímbaro comenzó a sufrir la invasión de morelianos, ya que en ese periodo se construyeron más de 70 nuevos fraccionamientos y por lo menos 25 mil nuevas viviendas, de las cuales actualmente la mayoría ya están habitadas.