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“Siendo en Michoacán la carencia en seguridad social y servicios de salud los más elevados. Así una población con carencias en la seguridad ante una ola de violencia impactara directamente en su población en la actividades que se realizan, causando a su vez detrimento en la actividad económica de la zona”, destaca la investigación “Crisis económica e inseguridad en su impacto en la pobreza en Michoacán”, de la académica de la UMSNH, Georgina Jatzire Arévalo Pacheco.
El espiral de la inseguridad en algunas regiones del estado genera inestabilidad para las actividades productivas y provocando una visión no viable para inversiones nacionales y extranjeras.
Ello provoca “el cierre de empresas que impulsan la actividad económica con efectos en una población con oferta laboral limitada, llevando así a una demanda laboral creciente con una oferta que conlleva salarios bajos y condiciones precarias, impulsando un aumentando el mercado informal”.
La combinación entre inseguridad con crisis económica, destaca Arévalo Pacheco, orilla a los jóvenes a abandonar las escuelas, y ello produce empleados poco especializados con niveles de salarios bajos. Reduciendo a las necesidades más básicas a las personas porque deben pagar por una vivienda, los alimentos, la salud y una educación.
“Así las personas con poder de adquisitivo bajo se concentran en zonas marginadas, los gastos en alimentación se reducen a lo más barato y básico causando precariedad en la nutrición. Los gastos en salud son bajos o solo cuando los casos son graves se busca atención médica especializada aunque con el Seguro Popular supone atenuar esta situación. Los gastos en educación se dejan de lado ante la necesidad de trabajar para sobrevivir. Causando así una problemática que se agudiza provocando que las personas pobres no consigan mejorar su calidad de vida”.
En el caso de Michoacán para el 2010 destaca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) un porcentaje en relación con la vulnerabilidad por carencia social de 29% y en vulnerabilidad por ingreso de 4.2%.
La investigadora detalla que otro factor que se utiliza para identificar la pobreza es el coeficiente Gini para el caso de Morelia capital de Michoacán es de 0.475 este coeficiente expresa la desigualdad de un país o región oscilando entre los rangos 0 y 1. Lo más deseable es cercano a 0 porque implica una distribución del ingresos entre toda la población y cuando se acerca a 1 la concentración del ingreso se enfoca en una muestra de la población. Como se muestra el coeficiente para Morelia es de 0.4 siendo así una distribución del ingreso de forma casi equitativa entre toda la población.
“Con los factores posteriormente mencionados se puede identificar la relación existente entre inseguridad, crisis y pobreza que fomentan la baja en la actividad económica por medio del cierre de empresas como las Pymes que son un elemento considerable en la economía mexicana pero son sutiles en los impactos económicos como la crisis y la inseguridad. Es así como la seguridad nacional es un factor clave para un desarrollo en la productividad y el empleo para la generación de un ambiente propicio para inversiones causando un impulso en el crecimiento y desarrollo que se ve mermado actualmente ante la incapacidad de hacer frente a la ola de violencia y crisis económicas. Conjuntamente se deberían de impulsar políticas públicas que proporcionen las condiciones necesarias para brindar los servicios básicos que la población demanda para generar un bienestar social”, concluye la investigación.
