Voz que clama en el desierto

Por Noemí Avilés.-

Se nos dice que el destino de Michoacán parece mejorar ante la unilateralidad de un sólo partido. No se puede esperar menos que la mejora en las condiciones relacionales de los dos niveles de gobierno, el federal con el estatal, ante una relación que no guarda diferencias de intereses.

Sin embargo, quedan algunos huecos por llenar con respuestas y me refiero, en primer lugar, a la división que se advierte al interior de la administración estatal en donde dos grupos, dos cabezas parecen pelear el poder, que no la administración pero sí el poder de decisión en el Estado.

Por un lado observamos mediante las declaraciones de arranque de gobierno, a Jesús Reyna con resoluciones radicales en torno a los conflictos sociales que vivimos en la capital con los normalistas y los estudiantes. En ese tenor la voz de Vallejo Figueroa no se escuchó hasta meses después y se nos justifica por la enfermedad. Sin duda un Secretario de Gobierno tiene la función de suplir en algunas decisiones al Gobernador pero, la diferencia de discurso fue notoria ante la simple petición de los grupos solicitantes del dialogo para hablar exclusivamente con Vallejo Figueroa.

No podemos soslayar la importancia de esta impronta cuando un peñista de cepa, diputado Víctor Silva Tejeda, hizo público el compromiso de unilateralidad de relaciones entre michoacan y la federación. Algo que es poco dudable aunque queda la incertidumbre de la historia. Es cierto que nuestra entidad no ha significado mucho para los gobiernos priistas en la federación y muestra de ello es la precariedad las condiciones de vida del campo, la industria portuaria en Lázaro Cárdenas o la falta de desarrollo hidroeléctrico para la zona de tierra caliente.

Por mucho tiempo los economistas locales y nacionales afirmaron la capacidad y riqueza de estados del sur, entre ellos Michoacán, por lo que resultará interesante confirmar ese dicho del peñista Víctor Silva quien pudiera ser la voz que clama en el desierto.

***

Sabemos que el vacío que ha dejado el periodista, escritor y poeta Víctor Ardura difícilmente se puede llenar. Por lo que al tomar este espacio en el que la crítica política y social demanda de mí un compromiso mayúsculo. Por lo que espero rendir homenaje a aquel que con su vida profesional nos invitaba bellamente a la reflexión.

Descanse en paz Víctor Ardura periodista, escritor, poeta y amado esposo.