Por Víctor Ardura.- Siempre hay maneras de hacer parecer que las cosas se pueden hacer desde el ámbito de lo legal. Habría que rascar un poco para darse cuenta de que no es tan sencillo ni tan legal.
Resulta extraño escuchar que del gobierno faustista saldrá una buena caridad de funcionarios entre los que figuran de esta administración y de la anterior. ¿Motivo? Problemas de declaración patrimonial, como si se apelara a la buena conciencia, al apego a la legalidad.
Sería un argumento creíble en tanto el PRI tuviera una historia que lo respaldara, pero sabemos que no es así. De tal manera que lo único que nos queda por suponer es la falta de apego pero a las disposiciones de partido. Podríamos especular que se trata de un acomodo de las figuras de tablero de ajedrez. Entonces, quedaría la espera de nombres. ¿Quiénes serán los privilegiados en la lista? Cuestión de tiempo.
El desempleo al por mayor. Entre noventa y cerca de trescientos hoy empleados, en breve se enfilarán en la fila de búsqueda de trabajo. ¿Cuanto más debemos pasar los michoacanos para exclamar este estado de cosas disímiles en materia laboral?
En tanto la quietud parece ser la norma cuando no la acusación ante la falta a los derechos de terceros cuando se manifiestan; la difamación aparece ante los que se atreven a saltar hacia las calles para exclamar su descontento, su inconformidad.
¿Qué haremos con estos desempleados, los que ya no contarán con las bondades del erario público? En algo se entretendrán y su patrimonio irá en picada. Suerte, no queda más que decir, suerte compañeros.