(02/11/12) Los juicios orales son en Michoacán un giro en materia de justicia pronta, presencial y expedita. El origen de este cambio en materia de justicia lo rastreamos y encontramos en el momento en que Leonel Godoy Rangel fue, primeramente gobernador del estado de Michoacán, presidente de la CONAGO.
La propuesta contenía sustancialmente la eliminación del papel como fundamento legal. Recordemos que los jueces dictaminaban sentencias en función de su juicio y sólo de este. No existía investigación ni exposición o comparecencia por parte del presunto culpable. Así fue necesario el cambio en la forma de edición en la impartición de justicia.
Hoy, a temprana generación de la nueva modalidad en justicia, los juicios orales, es de esperar que los métodos no logren afianzarse. Ha pasado poco tiempo después de que el gobierno que implementara la oralidad en los juicios, saliera.
Lo que preocupa es el comportamiento del gobierno de Fausto Vallejo en la materia al imponer fuerza en la aplicación de la ley, misma que pudiera incidir en el retraso, de por sí comprensible, del poco avance en la perfección de los métodos indagatorios del ministerio público en donde hasta un setenta por ciento de las escenas del crimen se contaminan en el curso de la investigación de un hecho delictivo. Al tiempo, que es mucho dejar, pero veremos.