Por Víctor Ardura.- (29-10-12)
Han pasado ocho meses y los resultados gubernamentales sobre los conflictos sociales en Michoacán van más para abajo que para arriba. En golpes de justicia, se dice, que el motivo de ser es más fuerte que el de no ser. A nivel de administración, si tenemos que decirle así, son más las fachas que las calendas.
De ahora en adelante seremos norte de unas cuantas cosas que no causan distracción del problema social. Dejemos los pasos de generación de violencia y vámonos por lo mas lento, por la cocina de atrás.
El asunto de los normalistas tiene todavía no un movimiento que proyecta ganar, sino un problema que se quiere cubrir lo mejor posible. Los recién entrados al gobierno de Michoacán no dieron una sola cosa por ellos, llevaron sus posturas, las cosas políticas, hasta terrenos de la policía federal que al final no han dejado nada bueno.
Otro asunto que requiere compromiso son los más de doscientos detenidos por el abuso en contra de la sociedad. Los miembros de las diferentes normales de la entidad fueron llevados bajo el gobierno y finalmente fueron puestos en libertad. No hubo boleto de retorno en el gobierno, – estatal y federal,- aunque el resultado fuera desastroso.
Por si fuera poco el gobierno estatal y sobre todo el federal fueron captando a los normalistas que tenía otra versión del asunto en donde inconformarse fue delito. De manera que pasó de doscientos a nueve ciudadanos que fueron confinados a celdas en culpabilidad. Ese es un asuntos que todavía no queda a mano con ciudadanos de ambas opiniones y los no contabilizados todavía no están en casa.
Cosa importante: el famoso asunto que se iba a concluir en forma casi superficial en estos días, resulta en ciudadanos cuyo ambiente no convence en materia de justicia sin veredictos sobre la misma para los dos sentidos ciudadanos sobre las marchas y tomas. Asunto que ha quedado así, en veremos. Así pues son las cosas que pugnan entre los michoacanos. Entonces ¿Cómo funcionará el gobierno de Fausto Vallejo Figueroa?