A seis años de distancia y con las maletas en la puerta de los Pinos, en materia de educación las cosas comienzan un curso donde se plantea el análisis de los avances y logros alcanzados en esta área.
Es el caso del equipo de transición en educación en un encuentro entre funcionarios de la SEP donde «se analizaron las acciones que ha llevado a cabo la presente administración para dar acceso a más jóvenes mexicanos a educación del tipo Medio Superior, las iniciativas para hacer que este nivel sea cada vez más pertinente y las acciones específicas de apoyo a los alumnos para que no tengan que abandonar sus estudios», según el pronunciamiento de la dependencia.
Y mientras a nivel federal se discuten estos «objetivos, alcances y retos de los programas de becas, o la tutoría a los jóvenes en riesgo de abandono escolar, así como la importancia de la implementación de la Reforma Integral de la Educación Media Superior, Evaluación Universal, la Carrera Magisterial y el Concurso Nacional de Otorgamiento de Plazas Docentes», en Michoacán parecen, por fin, retomar el camino del diálogo en la compresión de la diversidad cultural que no puede sujetarse a un único plan educativo.
Finalmente el entendimiento entre ciudadanos por dedicarse a la educación y el gobierno del estado han logrado lo que hubiera evitado el despliegue de violencia y cerrazón en magnitud vivida. Ahora ¿quién les quita el desprestigio a los normalistas fichados, encarcelados y enjuiciados?