El famoso consejo ciudadano

Por Víctor Ardura.-  Después de seis meses las auditoría del consejo ciudadano pudo enviar un mensaje a la franca población: los existen los suficientes elementos para señalar, con un sí o con un no, si el gobierno de Leonel Godoy Rangel dejó preceptivas negativas en materia económica.

Después de seis meses de indagar si hubo o no fallos en la economía o deuda del estado, el consejo ciudadano dejó las cuentas al derecho y dijo no tener una respuesta unánime. Hubo algunas respuesta aisladas, entre negativas y neutras, pero en conjunto quedó así: es un hecho que no sabemos nada.

Entonces qué sucede con esos seis meses de auditoría de los que Fausto Vallejo aspiraba a la mejor de las expectativas: que el consejo enlodara a la administración pasada con veredictos basados en normas poco claras.

Ahora parece que tanto las alternativas del PAN como las del PRI no valen la pena. El asunto merece una alternativa viable: hay visiones positivas que pueden medio tentar lo dicho, pero hay también suficiente temor para no hacer de las declaraciones un asunto legal.

Esto nos indica que no existe el suficiente elemento para darle al evento financiero una alternativa verdaderamente única. Esto nos dice, por otras parte, que además han podido resolver todas las partes quejosas, como el hecho que advierte una auditoría legal, frente al hecho que se pone frente a la administración.

Esta medida, este consejo ciudadano, ha demostrado lo que ya se había anticipado en colaboraciones anteriores: que no es capaz de emitir un juicio conjunto, amén de restar importancia a las instancias legales existentes, de audiencia mayor, y queda como uno que señala un carácter menor con resultados de esta misma naturaleza.