El yate más grande del mundo

¿Crisis? ¿Quién dijo crisis? Al contemplar las primeras imágenes del nuevo megayate Azzam, esta idea de caos económico generalizado se disipa de golpe.

En el astillero alemán Lürssen, responsable de este proyecto de yate XXL, intentan proteger cualquier información sobre su construcción. Sin embargo, en unos meses el Azzam (nombre en clave utilizado para su diseño) se convertirá en la embarcación privada más grande del mundo.

Se estima que superará los 170 metros de eslora, aunque algunos profesionales del sector creen que la eslora final podría romper incluso la barrera de los 180 metros. Se trata de una cota todavía virgen entre los armadores más ricos del planeta. Ahora la clave está en la proa de embarcación que unos días se unirá al casco principal.

Lürssen es uno de los grandes especialistas del sector náutico dedicado a la construcción de embarcaciones de gran eslora. Millonarios como Paul Allen, cofundador de Microsoft, Larry Ellison, dueño de la compañía Oracle, o el Sultan Qaboos bin Said Al Saïd de Omán en la última década construyeron sus embarcaciones de lujo en esta empresa alemana. Todas ellas superaron los 100 metros de eslora y más de un millón de euros por cada metro.

La pasada semana el megayate Azzam tocaba por primera vez el agua a los pies del astillero germano en Bremen. Fue entonces cuando también se pudo contemplar la impresionante popa de la embarcación con cuatro grandes escapes para las turbinas del motor. Un diseño único que hace pensar también que este yate se convertirá en uno de los modelos más rápidos del planeta en su segmento.

El Eclipse de Abramovich, el número 1

En el ranking entre los megayates privados más grandes del mundo, el puesto número 1 actualmente lo ocupa el yate Eclipse del millonario ruso Roman Abramovich. El barco tiene 162 metros de eslora y fue construido en 2010 en los astillero Blohm&Voss.

La embarcación del dueño del Chelsea cuenta con una tripulaciónpermanente a bordo de 92 personas. Destaca por disponer de dos helipuertos y una piscina en una de las zonas de cubierta de 16 metros de largo. Además, dispone de cristales blindados, radar antimisiles y un sistema que evita también la toma de imágenes por parte de los paparazzi. Se estima que su construcción superó los 300 millones de euros.