(3-10-12) Después de pasar un tiempo en absoluto silencio, Andrés Manuel López Obrador ha abierto esta semana temas que tienen que ver con la crítica al movimiento que llevó a Enrique Peña Nieto a la presidencia, y, por si fuera poco, los constantes juicios tanto al resultado de las giras del candidato electo, como a las primeras conclusiones de trabajos camarales como la reforma a la ley del trabajo.
López Obrador no ha guardado silencio al ejercer la crítica a la elección, a los electores, a sus maneras de obtener el voto, pero también ha actuado con certeza coherente en torno a su victoria, la de López Obrador.
Lo que más ha quedado al descubierto es, abiertamente, la tarea de conseguir que su movimiento, MORENA, obtenga la validez legal para convertirse en partido en los próximos días.
Ayer manifestó enormes críticas a la reforma y a Enrique Peña por permitirla. Pero lo más importante es que está preparando para el diez de octubre una serie de trabajos que permitirán que MORENA se forme como un partido. De ser así estaríamos hablando de una opción política para la izquierda las próximas elecciones. Habrá que estar al pendiente.