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Por Víctor Ardura.-
(28-09-12) Muchas cosas han sido pluviales en su corrección. Son asuntos que cualquiera con antecedentes políticos debería arreglar, de confirmar. Las cosas deberían funcionar de manera distinta o por lo menor trabajar su solución con un mínimo de legalidad.
Por ejemplo el asunto de la educación en la Nueva Jerusalén. Con semanas de trabajo el Secretario de Gobierno, Jesús Reyna, pudo abrir las aulas escolares en un lugar afuera de la comuna, luego de que ahí en la localidad se negaran en permiso a instalarlas.
En la universidad se llevaron a cabo acciones de negociación, luego de que tanto rectoría como los aspirantes a alumnos rechazados, hicieron de las suyas, es decir, la legalidad estuvo ausente. Los alumnos del MAR tuvieron que transigir y adoptar otras resoluciones.
Lo que no saben, lo que no se dice en las páginas editoriales, es el rechazo que el gobierno del estado ha mostrado al personal que existía poca antes de que el gobierno de Leonel Godoy se terminara.
Los trabajador que fueron contratados a última hora, han sido removidos y ya no están en nómina del Gobierno del Estado.
Esto ha sido una real y verdadera forma de erradicar a empleados que obtuvieron simpatía con el ratito de izquierda. Suponemos que la situación laboral mejorará en cuanto entre en funciones Enrique Peña Nieto. Mientras las formas de crear organismos fiscales más allá de la legalidad, no terminarán de dar su fruto. Esa es la forma que ha disputado el gobierno.
