Morelia, Mich.-11 de Agosto.-Agencia ESQUEMA.-Júbilo en miles de rostros michoacanos y mexicanos es lo que provocó el triunfo de la selección mexicana, en las olimpiadas de Londres 2012, donde venció a un Brasil poco convincente, dos a uno.
En Morelia, familias enteras estaban a la expectativa del partido, desde sus hogares, de restaurantes o hasta en teléfonos móviles, todos vivían la pasión y tenían la esperanza de ver que los jóvenes mexicanos se llevaran el oro, y así ocurrió.
Como los grandes, desde el minuto uno, Oribe Peralta rompió las redes del scratch du oro, gran parte del encuentro México dominó y mantuvo a los brasileiros atrás de la media cancha, no apareció Leandro Damiao, Neymar, Rómulo, Oscar do Santos ni nadie más, Brasil era sometido por los aztecas.
La felicidad en las casas era impresionante, en las calles de la capital michoacana no había casi gente y solo se escuchaban las narraciones televisivas y los gritos de emoción, los cuales también provenían de negocios de comida que a esa hora estaban abarrotados.
Los morelianos se unieron y aunque lejos de su selección, su corazón estaba con sus jugadores en Wembley; en el minuto 74 Marco Fabián dio un pase y Oribe Peralta otra vez firmó de cabeza, Morelia estalló y ya desde ese momento los purépechas ondeaban la bandera de México en las calles y en los monumentos que se han consagrado en “la ciudad de la cantera rosa” como íconos del triunfo: la fuente de Las Tarascas y La Catedral.
Ya en las últimas, Givanildo Vieira de Souza, anotó “el de la honra” al minuto 90, todo estaba escrito, México esta vez no quedaría atrás, esta final sería tricolor.
Morelia y Michoacán vibraron, las familias que vieron el encuentro lo sabían, desde ahora los jóvenes no vivirían con la ilusión de ganar unas olimpiadas en el fútbol, sabrían que es posible y ahora gracias a esta nueva historia la mentalidad ya es otra, siempre encabezados con jugadores experimentados como Carlos Salcido.