Reciclando

 Por Jimena Quintana.-

Uno de los paseos más tradicionales en el Distrito Federal es la visita Chapultepec. La palabra Chapultepec  es de origen náhuatl y está formada por dos palabras Chapulli (saltamontes) y tepe(tl) (cerro) Chapultepetl, que significa «cerro del saltamontes» o «cerro del chapulín». El bosque de Chapultepec  es una de las mayores reservas naturales de la ciudad, uno de los llamados pulmones de esta enorme urbe. Es el bosque urbano más grande de toda Latino América y en él se alberga a nueve museos, el zoológico, paseos, esculturas –algunas donadas por países amigos-, lagos y más. Ir a Chapultepec es una de las visitas por excelencia en vacaciones. También solía ser uno de los lugares preferidos para aquellos que se iban “de pinta” de la escuela, o el lugar de cita preferido pues dar un pequeño paseo en canoa por los lagos es casi casi como estar en Venecia.

Los cumpleaños de muchos niños también son celebrados en alguna de las secciones de éste bosque, pues además del bello ambiente que les rodea, tiene las perfectas instalaciones para hacer de estos eventos algo divertido e inolvidable.

Pero el primer domingo de cada mes el “cerro del Chapulín” es cede del mercado del trueque. La Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal lleva a cabo un proyecto que, por quinta ocasión, busca crear mayor conciencia sobre el reciclaje y el valor de los residuos sólidos. Intercambia eso que llamamos “basura” por  productos cultivados en Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta y otras zonas agrícolas de la ciudad.  Es un fomento a la separación de basura que, siendo correctamente seleccionada y separada, aún conserva su valor. Son 5 los residuos que son recibidos: Vidrio, Papel y Cartón, Botes y Latas de aluminio de bebidas, Botellas de PET y Tetrapak, y Electrodomésticos.

Todos estos residuos deberán estar completamente limpios y compactados. Lo mínimo que puedes llegar a canjear es 1kg de algún residuo, y lo máximo son 10 kg, eso asegura que mayor número de personas se puedan ver beneficiadas. El día del mercado del trueque debes despertar muy temprano, pues comienza a las 8 de la mañana y es hasta agotar existencias. Si llegas muy temprano podrás tener mejores ofertas de los productos a intercambiar. Las filas para llegar al centro de acopio son muy largas, pues poco a poco la demanda ha ido creciendo. Al llegar tus residuos serán cambiados por “puntos verdes”. Por cada kilogramo de PET se te otorgaba 24 puntos; por aluminio, 16; por tetrapak, 10; por cartón, 3 puntos; por vidrio, 3. Una vez realizado el canje de puntos puedes ir al mercado que se encuentra pegado al centro de acopio. Es un mercado pequeño, y los productos que ahí se ofrecen son lechuga, nopales, espinacas, jitomates, elotes, plantas y flores, etc. Las equivalencias de los productos agrícolas varían: son tres puntos por un manojo de cilantro, 20 puntos por medio kilogramo de jitomate y hasta 60 por una pieza de queso con especias.

En ediciones pasadas del mercado para el medio día ya se habían acabado los productos a canjear. Mucha fue la desilusión que causó a los participantes que no pudieron realizar dicho intercambio. Aun así también significa que el proyecto es un éxito. Las cifras de recolección de estos residuos es de 60 toneladas de residuos reciclables y se ofertan 10 toneladas de productos agrícolas.

Cada capitalino genera en promedio 1.4 kg de basura diaria, esto significa 12,500 toneladas de basura que se van al bordo poniente, en cuyas últimas noticias está siendo cerrado pues no puede dar abasto a tanta cantidad de basura.

Siendo la basura una de los temas más preocupantes para los capitalinos, es vital e ineludible el cambio de hábitos. Además de éste divertido proyecto también existen otras opciones para hacer valer tus residuos. Puedes localizar los centros o personas que compran estos residuos, eso sí, asegurándote que van a ser reciclados, o bien puedes utilizar tú mismo los residuos y elaborar distintas cosas para tu hogar como macetas, sillones, anillos, etc.

Las largas filas de personas que participan en este proyecto resultan esperanzadoras. Cada vez se crea más conciencia sobre el uso que le damos a las cosas y la basura que se genera. Las opciones están ahí, y lo único que de verdad queda son las 3Rs: Reducir, Reutilizar y Reciclar.