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Morelia, Mich., 16 de julio 2012.- Se reporta listo el Estadio Olímpico en Londres, el cesped es impecable, se sabe de los ensayos generales, todo esta reluciente esperando a las 80 mil almas que acudirán a la ceremonia de inauguración; pero ¿ dónde esta el pebetero?.
A lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos, el encendido del fuego olímpico es uno de los secretos mejor guardados y esta ocasión, no es la excepción.
Se dice que esta localizado en la Arcelor Mittal Orbit, una escultura roja de hierro retorcido que simula una montaña rusa, pero no, las autoridades olímpicas lo han desmentido.
Los griegos encendían un fuego para honrar a Prometeo y su robo del fuego del dios Zeus, de ahí data la usanza del que es, el momento más emotivo de los juegos, que es una buena analogía al carácter y lucha de los atletas contra el reloj, sus contrincantes y el cansancio físico; el fuego no se apaga hasta que se dejó alma y cuerpo en la justa, y con la promesa de que volverá a arder dentro de cuatro años, cuando los mejores del mundo se vuelvan a encontrar.
En Beijing 2008, la antorcha realizó ocho relevos para dar la vuelta al estadio olímpico antes de ser desplazada al sur del recinto para que el múltiple ganador de gimnasia Li Ning, subiera con unos cables a la parte alta del estadio para emular correr por la pantalla abriendo un papiro digital. Parecía que volaba. Ning dió una vuelta completa al estadio conocido como «El Nido de Pájaros». Al final el pebetero fue iluminado para que el ex atleta prendiera una mecha monumental y en espiral se encendiera al fin la llama olímpica.
A 11 días esta el mundo entero de ser testigo del nuevo encendido, que seguramente será inolvidable, como cada nuevo récord, cada atleta que haga historia con su grandeza. Nuevos rostros, otros que dicen adios. Nada esta escrito, pero lo que es evidente, es la sed de victoría de cada deportista, que perseguirá, hasta el último aliento.
