Democracia a prueba

El sonido y la furia no. Es más bien la consecuencia de una impugnación que recrea, objetivamente, los ambos resultados de la elección presidencial, las cosas que sucedieron, y las pruebas que el movimiento ciudadano habrá de anteponer ante el tribunal en los próximos días. La democracia no puede ser objetiva si se deja a la mano este tipo de asuntos que son francamente vergonzosos. Andrés Manuel López Obrador se presentó ante los medios con un cumulo de pruebas entre las que destacan lo sucedido en el estado de México, en Tabasco, y la colocación de dinero en Soriana a través de tarjetas, entre otras muchas cosas que demostró la obsolescencia y la trampa de que hizo uso el equipo del candidato priísta, Enrique Peña Nieto.

El candidato habló con gran seguridad, con firmeza de carácter y sobre todo con pruebas a la mano. Mencionó el resultado de las encuestas serias en donde iba abajo cuatro puntos y después supera al candidato del PRI. Es inconcebible que el priísta Peña Nieto haya hecho uso de recursos extraordinarios y que ahora lo haga sin que el IFE haya asumido las consecuencias. El tribunal deberá hacerse responsable de las pruebas quédese senté el movimiento, de la evidencia que ponga en tela de juicio de qué manera el PRI rebasó topes de campaña ya de qué modo se asumirá la consecuencia de esta responsabilidad.

Es evidente que el PRI ha rebasado un tope histórico. Tanto el movimiento nacional como el pan seguramente impugnaran lo sucedido en estas elecciones porque ahí están las consecuencias. No solos esta el estado de México, sino Michoacán en donde se puede demostrar que el PRI falseo la elección con un préstamo bajo tarjeta a Soriana. Y así como se nombra a esta entidad, hay otras. México necesita una democracia que sea capaz de poner en panorama limpio el juego electoral.