Las elecciones; nuevos componentes

Por Víctor Ardura.-

La vida pública está dominada por diversos factores que determinan lo que puede pensar un ciudadano sobre equis o zeta asunto. Desde que las reformas políticas hicieron posible un grado de competencia electoral más o menos eficiente, -y anoto el componente de la medianía porque ciertamente a nuestra democracia electoral le hace falta bastante para ser confiable-, pareciera que el discurso se empobreció y las propuestas, la comprensión que el electorado pueda tener de lo que piense el candidato sobre determinado asunto, se dieron terreno a líneas esquemáticas que casi parecen estribillos de supermercado.

He visto con interés el trabajo de algunas empresas encuestadoras, algunas con mayor o menor grado de acuerdo con sus vitrinas metodológicas, y me pregunto si todavía reflejan con exactitud lo que piensa la gente en determinados momentos. Estamos hablando de lo político, por supuesto. Esta duda se refuerza con el surgimiento de expresiones ciudadanas en las redes sociales. No estoy hablando de esas oficinas especializadas y que las reconoce de inmediato en su intensión de inducir el voto hacia equis candidato, en este caso Enrique Peña Nieto.

Me llama la atención por ejemplo el ejercicio que la Jornada ha puesto en juego, a cargo de un doctor en Matemáticas, y este profesionista ha puesto candados a ese tipo de participaciones que son evidentemente hechizas. He recorrido en twitter los diferentes canales de expresión de jóvenes o de adultos, he leído con atención lo que se dice en facebook y me he asomado a los foros de expresión más o menos libres.

Me sorprenden dos cosas: primero que hay un mundo subterráneo, crítico de los medios de comunicación y completamente ajeno al mensaje que mandan. Y segundo que a raíz y gracias a estas redes ha surgido un movimiento al que nuestra compañera Jimena Quintana (Crónicas Chilangas) ha sabido describir muy bien.

Dudo mucho que las encuestas recojan la opinión de algún joven militante #Yosoy132, por ejemplo. Esa es una limitante que creo debería obligar a quienes diseñan estos ejercicios de opinión pública a mejorar o rediseñar sus trabajos.

Otro asunto que me queda bien claro es el grado o más diría, el sentimiento de rechazo que amplios sectores de la sociedad sienten hacia el candidato Enrique Peña Nieto. Cada día estos canales de expresión digámosle no convencionales, como los hackers que militan en Anonymus o la información que publica Wikileanks, presentan información reveladora que ya conocemos: cómo peña Nieto ha gastado millones de dólares desde que fue gobernador del Estado de México para llegar a donde está.

Tal vez en el PRI se han dado cuenta de que algo no funciona, y de ahí los spots que el IFE ha permitido o ese absurdo de querer llegar hasta este organismo a cuentas al movimiento que ha permitido la existencia de Morena a lo largo de estos años.

Como sea estas serán, son, unas elecciones reveladoras.

Otra de Fausto

Godoy Rangel, hoy senador de la república y gobernador hasta la primera quincena de febrero de este año escribió una carta al actual gobernador Fausto Vallejo Figueroa, la cual se hizo pública (ver la presente edición de ahuizote.com) en donde le exige que deje de decir mentiras y termine esa suerte de persecución política.

Y lo dice por las afirmaciones del gobernador en el sentido de que hay ex funcionarios de su gobierno e incluso parientes en el fideicomiso de Isla de la Palma. En la carta de referencia se le explica cómo quedó conformado el fideicomiso, el acuerdo, y lo invita a que le dé una hojeada que termine esa actitud de abierta confrontación con la que fue su administración.

Vallejo Figueroa pronto dará a conocer su propia carta en donde demostrará sus dichos. Eso esperamos pues ya pasó más de una semana de dichas declaraciones y el asunto ha quedado, como muchos otros en carne de cañón política.